Pilar Rahola dedica suyo Palabra de Rahola de este lunes a un hecho que vivió en su propia piel este domingo mientras paseaba por el Eixample de Barcelona con su marido. Porque la escritora fue testigo de primera mano de una imagen indecente en la calle Rosselló, entre Enric Granados y Aribau, a las 13h del mediodía: "Una cantidad enorme de contenedores absolutamente llenos donde no cabía prácticamente nada".
"El problema es que el suelo estaba sucio, y nos encontramos de todo: maderas inmensas, papeles, malos olores e incluso una nevera. Era tal la barbaridad que hice un vídeo para Instagram y Twitter y lo expliqué.... He recibido un absoluto alud de personas de toda la ciudad y de Catalunya, hablando de la suciedad de las calles," explica.
Rahola, sin embargo, incide explícitamente en la ciudad de Barcelona, donde la situación es "escandalosa. Imagen de ciudad dejada sucia, deprimida, que se da en todos los barrios de la ciudad: desde Ciutat Vella hasta Sants, de Nou Barris a Sarrià, no hay que decir el Eixample, Gràcia, etcétera, etcétera. No se escapa ni uno". Rahola, sin embargo, lamenta que "nos hemos acostumbrado tanto a que ya lo encontremos normal. Yo recuerdo una Barcelona, gobernando gente diversa, que la ciudad estaba limpia".
Explica que los que mandan tienen que tener la voluntad de cuidar del civismo de la ciudadanía y de la limpieza de la ciudad, personal, rapidez al recoger.... "Me escribió una persona que forma parte del servicio que recoge maderas y trastos que dice que les falta tanto personal que a veces pasan tres días desde que reciben el aviso hasta que lo recogen".
La escritora no rehúye que en Barcelona hay un serio problema de civismo por parte de la ciudadanía, pero tiene claro que "la responsabilidad de una imagen limpia de la ciudad es del ayuntamiento de Barcelona, como ha sido siempre. Antes era una ciudad limpia, que nos podíamos sentir orgullosos de que paseara nuestra gente y los turistas".
Turistas, pero, especialmente, los ciudadanos que "nos hemos acostumbrado a la suciedad, malos olores e imagen deplorable de la ciudad. La administración pública, Colau y Collboni, no se pueden escapar: si la ciudad se ha degradado a tal nivel no es por una cuestión ideológica, porque la ciudad ha sido limpia o sucia con diferentes opciones políticas". Falta de gestión pública y de sensibilidad. A Rahola no la convencen los anuncios de civismo que se pregonan con diferentes campañas: "ya pueden hacer anuncios de civismo si después no predican con lo que tienen que hacer"
Mensaje directo a la alcaldesa de la ciudad y al primer teniente de alcaldía: "Son Ustedes los responsables. Podría haber suciedad porque ha habido un acto de incivismo, pero cuando toda la ciudad tiene suciedad, cuando Barcelona es una ciudad suuuucia, suuuucia, entonces el responsable es el Ayuntamiento".
Rahola recuerda que el incivismo es mimético, y como ejemplo, expone la teoría del exalcalde de Nueva York, Rudolph Giulani: "él decía que si tú dejas un coche en un barrio donde normalmente hay urbanismo, pero le rompes los cristales y lo dejas días y días, hay un momento en el cual los cristales del coche de al lado también están rotos. Y después, el otro. Y al final, todo aquel barrio que estaba limpio, acaba deteriorado".
Pide una respuesta inmediata y contundente, "y ahora no estamos hablando ni de ideologías ni de modelos económicos, hablamos de suciedad. Señora Colau y señor Collboni, Ustedes han hecho sucia la ciudad. Basta de degradar la ciudad: no sólo nos la empobrecen, ahora nos la ensucian"!: