La Moncloa ha convertido la cuestión de los indultos a los presos políticos en el enésimo trapicheo contra el independentismo. Pedro Sánchez se está poniendo la capa de superhéroe y parece plantar cara a la derecha más rancia, a las momias socialistas y al Tribunal Supremo. El diario gubernamental le hace el juego con editoriales y artículos de traca, como el de este domingo en el que advertían que de producirse, serían "limitados, parciales y reversibles". Una nueva amenaza que también ha leído en 'El País' la escritora Pilar Rahola, provocando una respuesta implacable. El 'Paraula de Rahola' que estrena la semana refleja el sentir de muchos catalanes y catalanas: "que no nos tomen el pelo" con la trampa de falsa clemencia del estado.
"Pedro Sánchez no se ha convertido en Santa Teresa de Jesús. Tiene una estrategia, y le interesa ofrecer imagen de estadista ante Europa, la de alguien que no sea un "facha redomado"". Pero no nos engaña: "nos ha tomado el pelo con la Abogacía del estado, la Fiscalía, cuando defendió la "bondad y la justicia" de las sentencias contra los presos políticos, cuando defendió la represión..." Y eso de los indultos condicionados a "portarnos bien", a no cumplir con el "lo volveremos a hacer" de Jordi Cuixart, es una nueva trampa. "No están planteando la amnistía: eso sí que sería valiente, señor Sánchez, y no la mierdita que ahora representa". Lo que ofrecen es el tercer grado, medida que ya disfrutaban los presos y que revocaron de la manera más brutal, además de olvidarse de exiliados y de los "3000 catalanes en procesos judiciales, embargados, con las garras del Tribunal de Cuentas encima, los que están en riesgo de prisión, como CDRs, jóvenes, síndicos del 1-O... ¿Esta es la gran épica? No nos tomen el pelo". Rahola lo tiene claro: si los presos vuelven a casa con un indulto, "aplaudiremos a nuestra gente, pero seguiremos levantando la voz. Ustedes además de reprimirnos nos quieren considerar imbéciles. Y imbéciles no somos".