Noche caliente en TV3 con Preguntes freqüents. Caliente por el 19,5% de share con que dominaron las audiencias de ayer sábado. Caliente porque los ánimos se encendieron con la libertad de expresión de fondo... Y caliente porque hubo intentos de besos... cortados de cuajo con una cobra que ni la de Bisbal a Chenoa. Pero quien hizo de Bisbal fue Pilar Rahola y quien hizo de Chenoa, Javier Ortega-Smith, abogado de VOX, partido político situado a la derecha de la derecha, para ser finos. Pero vamos por partes.

La noche ya empezó con toda una declaración de intenciones con la camiseta que lució Laura Rosel. Era de color rojo, como el vestido de Letícia en ARCO, pero aquí acababan las coincidencias con el look de la reina. El estampado era una jaula de pájaro de la que huían periquitos, notas musicales, micrófonos y lápices. Más claro, el agua. Libertad de expresión. Nada enjaulado. Pero quien dijo 'a callar', o lo intentó, fue el representante de VOX. Cuando menos, eso es lo que se desprende de sus comentarios.

Pero para no someter a los espectadores a las palabras de Ortega-Smith mientras todavía estaban cenando, fueron preparando el terreno y empezaron con una performance de Carlus Padrissa, de La Fura dels Baus, ejemplarizando qué es para él la libertad de expresión. O la falta de ella...

El hashtag escogido por el programa era #FAQSfuraTV3. Pero exactamente podrían haber escogido #FAQSfuriaTV3. Porque furia e ira fue lo que provocaron las palabras del secretario general de VOX y que ejerce como única acusación popular en el Supremo en la causa del procés.

Ortega-Smith se fue animando y poco después soltó una de aquellas frases que hicieron removerse del sofá a más de uno que estaba en casa, y a quien tenía en el otro lado de la mesa, al diputado del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano.

Momento 'estelar' también cuando le preguntaron abiertamente si se tendrían que ilegalizar partidos como la falange y él tiraba pelotas fuera.

La red hervía. Por lo que decía el representante de VOX y por el solo hecho de que TV3 lo hubiera invitado y tuviera tantos minutos de programa para decir la suya.

¿Y qué hacía mientras tanto Pilar Rahola? Mirárselo desde la sala de invitados con escalofrío. Vaya, que no lo quería tocar ni con un palo.

Pero Pilar Rahola produce un efecto digno de estudio en muchos de lo que saben que a sus ojos, dicen auténticas tonterías. A pesar de ser conscientes, no pierden la ocasión de intercambiarse la camiseta con ella y pedirle fotos, como si fueran jugadores del Numancia o del Tomelloso y vinieran al Camp Nou a jugar con el Barça de Messi en la Copa. Pero a la colaboradora de FAQS no le hacen falta fotografías protocolarias.

Cuando Ortega-Smith acabó su intervención, Rosel lo emplazó a quedarse. Y él encantado para saludar a Rahola y 'resolver algunas dudas'. Pero en la entrada a plató, la periodista lo evitó. Ni lo miró. Y él, de pie, como un pasmarote, se quedó con un palmo de narices. Pueden ver el momento cliqueando en la imagen (último minuto del víceo).

cobra

TV3

Ya con el secretario general de Vox bien lejos, Rahola fue contundente sobre el por qué de su cobra: "sus mentiras son proporcionales al odio que nos tiene. Hacía mucho tiempo que no oía estas cosas", en referencia a una aplicación del 155 más dura, la ilegalización de partidos y mantener la unidad de España.

Eso sí, a pesar de la indignación que sentía, Rahola dio las "gracias" al programa por invitarlo.