Lo que son las cosas. Cada semana, Pilar Rubio afronta en El Hormiguero diferentes retos en el programa de Pablo Motos. Algunos, la mayoría, son difíciles, pero no peligrosos. Otros contienen un pequeño riesgo (controlado) para su integridad física. Pero siempre son difíciles de alcanzar, aunque el número de checks en su lista es muy positivo. Lo último que le hemos visto hacer en el programa estrella de Antena 3 ha sido aparcar un coche de rallies entre otros dos vehículos después de derrapar y dar un giro espectacular:

"Ya aliviada e intentando controlar el temblor que tengo en mis manos. Esta fue la prueba más emocionante y que más miedo me daba de todas las que he hecho durante estas siete temporadas en el programa", escribía la colaboradora en las redes sociales después de pasar la prueba con éxito. Pero las casualidades han querido que después de salir ilesa del coche, al llegar a casa, en un entorno que ella conoce y domina, tuviera un pequeño accidente doméstico que le ha provocado un susto. Mientras hacía ejercicios en su gimnasio particular, Rubio se ha clavado en la frente un tornillo de una de las máquinas: "Se ha incrustado en toda mi frente, me ha levantado la piel":

Como diría aquel, gajes del oficio. Quizás a partir de ahora, si Pablo Motos quiere poner a prueba a su colaboradora, más que pensar retos arriesgados en su plató, lo que habrá es de plantar una cámara en el domicilio de Pilar Rubio y Sergio Ramos.