Pilar Rubio es muy famosa. Seguramente, una de las españolas más populares. No le faltan ingredientes para alcanzar este estatus: presentadora de televisión, influencer con 9 millones de seguidores y esposa del futbolista Sergio Ramos, con quien tiene 4 hijos. Sergio, Marco, Alejandro y Máximo Adriano, de edades comprendidas entre los 8 y los 2 años. Viven en París desde que el jugador dejó el Real Madrid para fichar por el PSG, forman una familia feliz, a veces de anuncio. Sobre todo por la exposición pública que hace su madre: la cuenta en Instagram de la madrileña recoge un montón de imágenes y vídeo compartiendo vivencias de todo tipo.
Algunas de estas escenas han rozado el absurdo, como aquella vez que hacía deporte utilizando al más pequeño de la casa como una máquina de gimnasio. El 99% de las madres y padres, cuando salen a pasear a sus bebés, se limitan a llevarlos en la sillita, procurar que vayan cómodos y entretenidos y, por último, evitar que pasen frío o que lloren. El otro 1%, sin embargo, es donde habita Pilar Rubio. Ya le va bien esta selecta categoría, siendo una VIP entre las VIPS. Ahora bien, ver cómo hace flexiones, sentadillas y todo tipo de ejercicios con la criatura como punto de apoyo o como un peso para mantenerse en forma chirría. Es estrafalario y puede hacer que se te tiren encima, claro.
Alejandro, hijo de 4 años de Pilar Rubio y Sergio Ramos, con un brazo escayolado en el hospital
Pues bien, tenemos un nuevo episodio relativo a la utilización de los hijos de Rubio en redes sociales. Resulta que Alejandro, de 4 años, sufrió un accidente. "El terremoto de la casa", dice de él su madre. Se hizo daño en el brazo y acabó escayolado. El niño tiene una expresión que es pura ternura, con sus ojos azules enormes mirando a cámara y un gesto que hace sufrir. Ahora bien, la decoración del yeso, totalmente transformado con los colores del arco iris, despierta una sonrisa. Y que le quiten la férula todavía más. Parece que no es grave, y cuando menos, que no le faltarán motivos para levantar el ánimo. No así a su madre, en la que están poniendo a parir en redes sociales. Una usuaria pone el dedo en la llaga, calificando de "deplorable" lo que ha hecho Pilar colgando este vídeo.
Críticas a Pilar Rubio por colgar el vídeo del niño en un centro médico
Hay chup-chup en redes. Una usuaria explica por qué: "¿De verdad q es necesario "retransmitir" en directo desde un hospital como le quitan la escayola a un hijo? ¿Todo vale por audiencia? ¿Qué opinaría si es consciente cómo y dónde llega su imagen?" La legión de seguidores de la presentadora le salva la cara, algunos utilizando insultos horribles ("cuánto odio"), pero no hace callar a los críticos: "El respeto a los hijos es primordial y su imagen está protegida legalmente. No se puede hacer con ellos lo q queramos por muy padres q seamos. Exponerlos de esta forma es absolutamente injusto". Remacha el clavo: "Más cuando se exponen a menores en un hospital..." No le falta razón, aunque este debate levante tanta polvareda. Es para pensárselo.
Este también es el precio de la fama. ¿Todo vale? Esperamos, por otra parte, que el niño se recupere pronto.