Pilar Rubio nos lo ha puesto muy difícil. Mantener las formas escribiendo este texto es un trabajo titánico. Contenerse, vaya. Como todo el mundo sabe, la madrileña se pasa la día viajando entre París y Madrid desde que su marido Sergio Ramos fichó por el equipo de Messi, Mbappé y Neymar. La razón de estos trayectos semanales es no dejar de lado sus compromisos profesionales, como por ejemplo su sección semanal en 'El Hormiguero' de Pablo Motos. Ahora ya no hace retos extremos, sino que ofrece consejos de belleza... y otras cuestiones de poco glamur. Especialmente una que incluye en su libro 'El Método Rubio', con el que quiere guiarnos para ser guapos, estar en forma y ser muy felices.
No basta con hacer ejercicios bestiales o utilizar a tus hijos como si fueran mancuernas, como nos ha demostrado en su seguidísima cuenta en Instagram. No. Los lectores de Pilar habrán encontrado en las páginas de la ejemplar una información vital, una lección imborrable, un 'must' como una catedral: enseñarnos a hacer caca como ella. O sea, bien. Correctamente. Como una reina. No crean que se trata de vanidad. Más bien, dice, es una cuestión fisiológica: hay que ayudar a los intestinos a hacer su trabajo. Sólo necesita de un pequeño accesorio. Aparte de papel higiénico, claro, aunque de esto no ha dicho nada.
El caso es que Pilar vio muy conveniente hacer promoción de su libro representando un teatrillo poniendo en práctica sus indicaciones. Un show que hizo ante una Aitana Ocaña que debió pensar '¿pero qué mierda es esto?', nunca mejor dicho. No crean que haya que seguir instrucciones demasiado complicadas: Pilar hace caca, perdón, que le da vergüenza, "evacua" como todo el mundo. Se sienta y empuja, punto final. Ahora bien, ella no lleva una revista o el móvil al lavabo, sino que le acompaña un banquito sobre el que levanta las piernas. Al margen de que sí, que tiene razón, digamos que por mucha Pilar Rubio que sea y que despierte tanto interés, no hacía falta. De ninguna manera.
Pilar Rubio ha venido desde París a explicarnos cómo tenemos que cagar, qué cosas pic.twitter.com/EPRT2QSPmg
— Mayte no, Maite (@maitesevigadita) November 29, 2021
Las redes, siempre atentas al programa de Motos (que muchos califican también de porquería, qué curioso), han trinchado a Rubio con un ataque de asco monumental. Le han dicho de todo menos bonita, sobre todo por birlarle el tiempo a la artista catalana. Es lo que tiene arriesgar: puedes perder. Otra cosa es que le importe un rábano. Pero eso forma parte de su intimidad, no como sus momentos en el lavabo, que ahora son de dominio público.
"La ha cagado", le repiten. Y no les falta la razón. De hecho, parece que en el sentido más amplio de la expresión.