Lo de Pilar Rubio y su culto a la forma física empieza a ser preocupante y algo delirante. Hace sólo unos días la presentadora estremecía a sus seguidores exhibiéndose mientras completaba una rutina espectacular, pero muy peligrosa para la integridad física: una serie de elevación de la pelvis levantando hasta 140 kilos. La de 'El Hormiguero' recibió numerosas críticas por la publicación, ya que la ejecución era bastante deficiente. Muy fuerte y todo lo que quieras, sí, pero el ejemplo que ofrecía a sus fans puede convertirse en un imán de lesiones. Y seguro que no se hace responsable de lo que le pueda pasar a ninguno de sus 6 millones de seguidores, claro está. Los vídeos de Pilar tendrían que llevar el cartelito de 'at your own risk', es decir: si te haces daño, te fastidias.
No queremos ser groseros ni meternos en ningún jardín, pero sus hábitos deportivos empiezan a tener más de sensacionalismo y notoriedad que de aspectos saludables. Bueno, esto es un negocio. Y no se mantiene por sí mismo. Por eso, la mujer de Sergio Ramos tiene que crear contenidos nuevos constantemente. Y todo es susceptible de acabar protagonizando una escena marca de la casa. Incluso sus chiquillos.
Rubio es madre de 4 criaturas: Alejandro, Marco, Sergio y Máximo Adriano, de edades comprendidas entre 7 y un año. Una familia muy numerosa, sí, y de la que presume a menudo en redes sociales. A pesar de su felicidad, sin embargo, asegura que no vendrán más: "¡No más niños! Definitivamente cerramos el cupo. Creo que ya hemos hecho lo que podíamos por la natalidad". Pues razón no le falta. Ahora bien, también podría preocuparse de no exponer a los niños a situaciones pintorescas y que sólo buscan pescar clics y seguidores, como el vídeo excéntrico que luce en su Instagram, con el pequeño Máximo como protagonista accidental. En vez de un niño de corta edad, Rubio lo ha convertido en una herramienta para mantenerse en forma.
Imaginen la situación: caminan por un parque (de una lujosa urbanización de Madrid, eso sí) y se encuentran con la presentadora haciendo un numerito cómico, como utilizar al niño de peso muerto y el cochecito en un apoyo para hacer flexiones y 'sentadillas'. No hace daño a nadie, excepto si sufriera accidente que no deseamos ni mucho menos, pero es absolutamente innecesario. Ella está orgullosa: "nuestros paseos mañaneros". La red, sin embargo, lo ve de otra forma: "que obsesión", "pobre niño","no estás bien", "normalidad total", "qué pesada"... Si quería provocar reacciones, las ha encontrado. El problema es que son cualquier cosa menos de elogio.
- @paolarodriguez: pobre niño, ¿no se asusta?
- @sergio.lopeztorres: Menuda obsesion
- @dorinapav.rey: Si es muy normal ir con el carrito así, claro, normalidad total eh
- @irma.la.dulce: solo tienes ganas de morirte en los paseos mañaneros
- @pacogarciasierra: madre mía, esta chica no está bien
Habrá hecho muchas cosas por la natalidad, pero también apunta maneras en el Olimpo del ridículo. Verás el día que los chiquillos se subleven y la envien a hacer puñetas.