El arte es una forma de expresión. Tan solo los afortunados saben perderse en la inmensidad de un cuadro y, aunque parece que haya evolucionado en formas surrealistas, nunca dejará de sorprendernos. Siempre que se viaja a algún sitio es obligatorio visitar los museos de la zona para contagiarse de los artistas que han pisado aquellas tierras y a menudo las zonas en que se pueden observar las obras de arte de cerca son las que acumulan más expectación. Aquí en Catalunya, a cualquiera que le guste el arte, le recomendamos maravillarse con cualquier dibujo de Pilarín Bayés. La dibujante ha conseguido con sus obras enamorar a los catalanes y su vida llenísima la ha situado entre una de las personas favoritas de todo el panorama.
No tenemos ninguna duda, Pilarín Bayés se puede considerar la abuela de todos los catalanes. Su carácter optimista deja de piedra en todas las entrevistas en que aparece y es un ejemplo para todas las personas de la tercera edad. Como explicó hace unos días en un pódcast, su rutina es un no parar y a nosotros nos encanta porque no nos cansamos de ver cosas suyas. La dibujante tiene la agenda tan llena que abrir su perfil de Instagram es toda una aventura porque puede aparecer absolutamente en todas partes: cuando no está en un programa de radio, sorprende en cualquier acto público y, si no, se marcha de viaje a Londres mientras todo el mundo corea su nombre. Como decíamos, la vida de la dibujante está llenísima, pero hay una cosa que siempre la acompaña: su sonrisa. De hecho, la artista ha querido remarcar este rasgo en la última publicación en que ha tocado la fibra con una recopilación de imágenes.
Ni más ni menos, Pilarín Bayés ha publicado una colección de 18 fotografías sonriendo y cogeos fuerte, porque sí, en el collage de las 9 primeras aparece ella cuando era joven. En la primera de las dos enamora con un collar de perlas, unos pendientes a conjunto y un jersey negro. Su tímida sonrisa de adolescente deslumbra la fotografía, que, por las épocas, es la más borrosa de la recopilación. En la segunda instantánea parece, incluso, más pequeña, pero va mucho más engalanada para la ocasión. En este caso, enseña los dientes para reír y sin collares ni accesorios posa con una pequeña flor en la cabeza. Con la mano derecha aguanta un vaso de cristal y su pelo corto es muy reconocible. Aparte de las dos fotografías de joven, la dibujante ha deslumbrado a los seguidores con toda una serie de imágenes suyas en que sonríe.
Poder reírle a la vida, a menudo, ameniza cualquier situación y es una de las claves para ser feliz. En una publicación tan especial, la dibujante ha querido enviar un mensaje optimista para todos sus seguidores: "Se tiene que sonreír a la vida. Porque la vida es demasiado grande, demasiado bestia, te pasa por encima, te pisa y te empuja y te supera. Y no es culpa suya!". Pilarín Bayés es fantástica y nunca nos dejará de sorprender. Si el dicho dice que una imagen vale más que mil palabras, imaginaos cuánto debe valer cualquier dibujo de la catalana. La dibujante nos encanta y desde bien pequeña que no ha podido quitarse de encima su rasgo más característico: la sonrisa.