Cuando Gerard Piqué y Shakira partieron peras, supuso un descalabro para todo el mundo, especialmente en Catalunya: se separaba la pareja más mediática y empezaba una guerra en los juzgados, con los hijos de por medio. Enseguida, conocimos a Clara Chía, la persona que había sustituido a la cantante colombiana en el corazón del ex del Barça, una joven catalana que lo había enamorado y que pasó a ser enemiga pública número 1 de Shakira, que le dedicó canciones y todo, hablando de Rolex y Casios, de Ferraris y de Twingos. Pero por mucho que la ex del central tuviera entre ceja y ceja a Clara, hablando de ella con términos muy peyorativos, esta hizo muy bien en pasar olímpicamente de ella, no pensaba darle la más mínima opción de hacer ver que le afectaba lo más mínimo lo que le dijera.
Clara siempre ha demostrado ser una persona muy tranquila, a la cual no le gusta demasiado la exposición pública, que vive con discreción su relación sentimental con Piqué y que prefiere pasar desapercibida sin enseñar las uñas ni tener ninguna lucha de barro con la ex de su novio. Su relación con la prensa la lleva como puede, sabedora de que es de interés público lo que haga o deje de hacer, especialmente con Gerard, pero sin dar demasiadas oportunidades para que los paparazzis hagan el agosto con ella o la vean en tal o cual sitio.
Ahora, sin embargo, lo acaban de ver dentro de un local y se ha puesto muy nerviosa al saber que quien la había visto es una periodista a la cual le gusta mucho la información del corazón, tal como demuestra a menudo en sus redes sociales, dónde habla de los VIPS y las celebrities, con especial atención a la familia real. Hablamos de Núria Marín, la presentadora leridana que colabora con el Està passant de TV3, que presenta en la misma cadena el dating show Love cost en la plataforma de 3Cat, que ahora ha escrito el libro Soy Afrodita y que acaba de visitar el programa Col·lapse de Ricard Ustrell para hablar de todo. Y en medio de la conversación, Núria ha sorprendido explicando un encuentro que tuvo con Clara Chía... en un centro de estética.
Explica que estaba Núria en el mismo centro "y de sopetón veo a una chica rubia con gafas de sol. Ella me ve y creo que me reconoce del Tik-Tok y empieza a hacer cosas...". ¿Cuáles? La misma Marín lo escenifica, poniéndose de pie y empezando a caminar de un lado al otro, nerviosa: Me mira y hace... y se va. Empieza a dudar porque ella iba a hacerse otro tratamiento, no diremos cuál es. Vi que se ponía muy nerviosa, y yo no estaba en mood periodista. Le habría dicho: 'Tranquila, que no te vengo a preguntar nada, solo cómo estás, como lo llevas'". Núria no entiende por qué Clara "me vio como una cosa agresora, y yo estaba allí en mood 'cartuchera'. Yo la respeto, no hubiera ido allí a saco. Estaba haciendo una cosa que es para ella, lo respeto. Si la hubiera visto más tranquila le hubiera dicho alguna cosa, pero no con el objetivo de sacarle un scoop, porque ella sé que rechaza la prensa en general":