Qué noche la del periodista deportivo Pipi Estrada en 'El Chiringuito de Mega'. La expareja de Terelu Campos y Míriam Sánchez (con quién comparte una extraña adición por las operaciones de cirugía estética) llegaba al plató de Josep Pedrerol con un cargamento de supuestas informaciones exclusivas y lapidarias sobre el culebrón futbolístico del verano: El fichaje de Neymar Jr. por el Barça... o el Real Madrid. Estrada lo tiene claro, el brasileño será blanco "el miércoles o el jueves". Pero desgraciadamente eso no fue la bomba con la que esperaba conseguir sus 5 minutitos de gloria televisiva. Fue otra 'bomba blanca' la que le puso en la diana de las mofas y las teorías más sonadas: La que le cayó del bolsillo durante el directo. ¿Qué era este objeto 'volador' no identificado?
Alguien tendría que vigilar lo que llevan en los pantalones los colaboradores del programa, porque no es la primera vez que pasa algo parecida. Que le pregunten a Edu Aguire, vigoroso madridista y protagonista este mismo 2019 por un sospechoso pañuelo perdido al entrar en el plató. Exactamente lo mismo que le ha pasado a Pipi. que presentaba síntomas de sufrir un molesto resfriado o una alergia. Ahora bien, escuchar a Pedrerol mandando callar a los tertulianos que alertaban a Estrada de lo que caía de su bolsillo, o al catalán Quim Domènech intentando disimular mientras da una patada al objeto en cuestión olía mal. Demasiadas molestias para un 'kleenex'. Las teorías malintencionadas sobre los supuestos hábitos de Pipi han inundado las redes.
Algunos seguidores del asturiano han exigido a los internautas con más mala idea la retirada de los tuits que le acusaban de consumir sustancias estupefacientes, mientras que Estrada ha confirmado que se trataba de un pañuelo usado.
De hecho, se ve como el periodista se seca la nariz con la manga de la americana después de perder el pañuelo. Asqueroso, sí, pero necesario. Ahora bien, lo que queda claro es que en 'El Chiringuito' lo más jugoso e importante se encuentra en los pequeños detalles. A partir de ahora, todo el mundo con los bolsillos cosidos.