Mariló Montero demandó a Diego Arrabal y a Gustavo González por un supuesto delito de intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen por unas fotos que le hicieron. Las imágenes fueron tomadas sin su consentimiento y además se usaron para poner en duda su orientación sexual.
La agencia de los paparazzis, Código Press tuvo que abonar a Mariló Montero una indemnización récord de 265.000 euros por las fotografías donde disfrutaba de unas merecidas vacaciones en Maldivas y Bora Bora. Ahora mismo la sentencia ha quedado en suspenso.
A día de hoy, Mariló Montero se ha convertido nuevamente en noticia al narrar un episodio hasta ahora desconocido de su vida. En una ocasión, la presentadora aceptó la invitación de un amigo de conocer Costa Rica a bordo de una avioneta. "Me dijo que tenía título y yo no se lo pedí”, y así empezó la historia que podría haber acabado en tragedia.
Mariló Montero al borde de la tragedia por fiarse de un amigo
"Me fui a San José a trabajar con 19 años en televisión. Me hice un grupo de amigos bastante grande. Un chico me invitó un fin de semana a volar en avión. Yo pensaba que lo harían profesionales, pero allí no había nadie más que él y yo. Me enfadé un poco pero me convenció. Él me dijo que tenía su título de piloto, pero nunca se lo pedí. Tenía una sensación rara de nervios por dentro, sentía que algo no iba a funcionar bien", cuenta la periodista en El Mundo. "Tuvimos un problema con el tren de aterrizaje, un problema gordo. Desde la torre de control nos dijeron que se habían quedado fuera al despegar y que no era seguro que no fueran a meterse en la panza al aterrizar".
La cara de felicidad se borró de su rostro. "Volvimos inmediatamente. Nos dieron la pista para aterrizar y llamaron a los bomberos. Había cuatro camiones llenando de espuma todo el suelo. Yo recé mucho y por suerte pudimos aterrizar normalmente. Al final todo salió bien, pero podríamos no haberlo contado", recuerda.
A partir de ahora piensa hacer más caso a su intuición. "Desde entonces, cuando tengo la misma sensación de cuando me subí a ese avión hago caso a mi intuición. Yo soy muy aventurera, pero de aquella aventura sólo me quedo con el recuerdo. No quise ligar con ese chico porque, aunque se esforzó por conquistarme, me puso en peligro. Y eso que no le tengo miedo a nada".