El Congreso de los Diputados tiene por primera vez una presidenta catalana. Meritxell Batet. Nunca un catalán había asumido la segunda autoridad política del Estado, ni por supuesto la primera, la presidencia del Gobierno. Lo más parecido a un catalán fue Félix Pons, que era un presidente de la cámara baja mallorquín. La lista de presidentes del Congreso tiene destacados anticatalanes como Federico Trillo o José Bono. Será por eso que Batet no ha sido capaz de solucionar una cosa tan sencilla como poder pedir pan con tomate en el bar. Un concejal de la CUP visitaba el Congreso y cuando ha pedido bocadillo de atún con pan con tomate le han servido este esperpento:
- Un mini de atún, por favor.
— Edgar Fdz (@EdgarFdz) February 17, 2022
- ¿Pan con tomate?
- Sí! Gracias!!#WTF pic.twitter.com/b7fVDSVZQe
El concejal de la CUP en Reus, Èdgar Fernández, pide "Un mini con atún por favor". Por sorpresa le preguntan "Pan cono tomate?". Debió ser el acento catalán del reusense. Pero no, es que en Madrid todavía hay quien sirve el atún con rodajas de tomate. En lugar de tomate mojado, una ensalada dentro del pan. Espantoso. El concejal exclama "What the fuck!" una cosa como "Madre de Dios!".
Los seguidores de su cuenta de twitter no entienden qué ha acabado de pasar en el Congreso, que envuelven en papel de aluminio una ensalada de tomate y atún y lo llaman bocadillo:
Se mayor el tomate que el pan. XD
— Pau (@pauv1979) February 17, 2022
Y hay más tomate que atún.
— Jordi Salvia ���� #FreeAssange (@jordisalvia) February 17, 2022
Y el papel de plata se muy contaminante Èdgar, se que todo mal.
— Pau (@pauv1979) February 17, 2022
¿Fillsdeput...a mí tambe me pasó hace años en Madrid..lo saqué y me dijo "Ah...eras catalan y lo quieres restregado?"
— Raul Punk Riot (@raulpunkriot) February 17, 2022
Los cupaires son ecologistas y no les gusta ni el papel de plata, habiendo papel de diario para envolver. Más reciclaje. El concejal no debió parecerles catalán a los camareros ya que si avistan acento catalán preguntan "Ah, eres catalán, lo quieres restregado". Lo que le restriegan en las narices es que eso de "pan con tomate" allí es pamtumaca y hay que pronunciarlo así para hacerse entender.
Como el capítulo de Oh Europa de TV3 cuando los Dagoll Dagom van a un bar de Madrid regentado por Jesús Bonilla y piden un bikini, que allí es una prenda de ropa. El de jamón y queso allí es un mixto. O cuándo piden agua natural, que allí es "del tiempro". ¿De qué tiempo? del de Franco.
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Eso no sólo pasa en Madrid. Quim Monzó narraba con su gracia un incidente similar en Catalunya:
Quim Monzó tiene dos pisos, el despacho donde escribe y el piso familiar donde ha residido siempre con la mujer y el hijo. Cuando no va al despacho desayuna en los bares de la Avenida Mistral de Barcelona. Los que lo leen saben que aquel barrio cerca del Mercado de Sant Antoni es el suyo. El drama de desayuno un pan con tomate en condiciones es la otra pandemia. Cada vez hay menos que abran un tomate de colgar, lo mojen sobre el pan y viertan sal y aceite.
Escribe Monzó: "Primera mañana en el bar donde desayuno cuando estoy de vacaciones. Pido anchoas con pan con tomate. El tomate era de aquella triturada con minipímer y untado con pincel. Crisol de Catalunya, decía Josep Pla". Habla del Empordà.
La diferencia entre el pan con tomate y tomate pasado por la trituradora y esparcido es abismal. Se nota la diferencia a la vista o al mordisco. Bares, en Madrid o en Barcelona tanto da. Son otro mundo.