El coronavirus ha hecho perder a TV3 en marzo el 80% de los ingresos publicitarios y como la cadena no se puede endeudar ha tenido que recortar gastos. Dos de los programas más caros de la cadena son Polònia, de la productora de Toni Soler, y el culebrón Com si fos ahir, de producción propia de TV3. Son los dos con más números de no poder seguir en septiembre por la pérdida de ingresos.
Toni Soler se despidió muy explícito: "Le dedico el programa a nuestros compañeros del Polònia porque pase lo que pase son los mejores". Mal asunto. Parece que el programa de imitaciones ya sabe que no vuelve en septiembre.
Vicent Sanchis ha ido a TV3 y ha contestado "¿Habrá Polònia la temporada que viene? Existe una cierta desazón". Vicent Sanchis, director de TV3: "Ahora mismo no podemos decir en qué mes volverá el Polònia. En abril hemos hecho un plan de contención con 15 millones de euros menos. Hemos tenido que reducir contenidos, los programas de septiembre: aplazarlos hasta no sabemos cuándo o prescindir de ellos. La única manera de secar gastos es recortar. Hemos tenido que afectar a estos dos grandes programas porque son los de máximo presupuesto. el culebrón y Polònia".
Polònia y Com si fos ahir NO vuelven en septiembre. La previsión económica es recortar por aquí y no se sabe si volverán en enero. Sólo hay dos opciones: o la Generalitat da más dinero (ya ha hecho una aportación extraordinaria de 6 millones de euros pero el agujero es de 15 millones) o bien el mercado publicitario se recupera y TV3 se repone de ingresos con anuncios de empresas privadas. Son habas contadas. Por eso a Toni Soler lo veía negro y por eso Mònica Planas, crítica televisiva que cobraba de su productora, señala a los políticos para que paguen y emitan más Polònia.
¿Qué vale hacer el Polònia toda la temporada? 3 millones de euros, más barato que hacer el Planta baixa de la productora de Ricard Ustrell (que se lleva 4 millones sumando el Quatre gats). Estos son los números oficiales:
El problema es que mientras un espacio informativo como Planta baixa es perfectamente posible con los recursos personales propios de TV3, el Polònia no se puede hacer sin externalizarlo. Todo el mundo puede sufrir un recorte. El todopoderoso Jaume Roures ya vio cómo Vicent Sanchis suprimía a media temporada su programa estelar (y caro), Tarda oberta, por falta de dinero. Ahora le toca a Polònia. Mantener unos programas y cancelar otros es una decisión económica pero también política. En otoño habrá elecciones para escoger al próximo president de la Generalitat. Qué comunicador es más libre y cuál es más fácil que obedezca.