Polònia es el programa de TV3 más visto de los jueves en Catalunya... Y seguido con lupa en el resto de España. Internet y las redes sociales extienden su y lo multiplican. Cuando tocan temas que van más allá de las fronteras catalanas, la cosa es abrumadora. Pasó con la parodia del vídeo de promoción turística de Madrid con Ayuso y Mario Vaquerizo, con el repaso a Ana Rosa Quintana a raíz de los cambios en Telecinco, el desfile de Campeones del Barça y también con el musical de apertura de hace unas horas dedicado a la campaña electoral. El tema era espinoso, pero real y desgarrador. Un clásico del PP y sus adláteres: la utilización del terrorismo de ETA como reclamo electoral. Una banda disuelta oficialmente desde 2011, pero que reaparece cuando conviene. Y ahora, con las urnas preparadas, es el momento adecuado.
ETA hasta en la sopa, todo es ETA, la vida es ETA. Qué pesadilla. Este comodín no lo ha inventado ni Ayuso, ni Feijóo, ni Almeida, pero sí lo han aprendido de José María Aznar y compañía. Lo han vuelto a poner sobre la mesa para atacar a las candidaturas de EH Bildu, exigiendo su ilegalización y montando un escándalo marca de la casa, con bronca interna y víctimas del terrorismo indignadas. Polònia no se ha podido aguantar y han bordado una obra de arte a partir de la famosa canción de Andrea Bocelli, el 'Vivo por ella'. Una balada romántica revisitada para dotarla de una carga de profundidad tan despampanante como acertada. "Sigo con ETA" by Polònia.
José María Aznar al piano ejecuta los primeros acordes y estrofas de una genialidad mayúscula. "Sigo con ETA aunque sé que hace mil años que se fueron. Que echo de menos, mire usted, cuando el gobierno era pepero". El expresidente ya no está solo, le acompañan dos encapuchados haciendo una coreografía azucarada y un José Luis Martínez Almeida que toma el relevo: "Sigo con ETA que me da votos y popularidad". De fondo entra Isabel Díaz Ayuso, "sigo con ETA y me la pela", y por último el "sensato" Alberto Núñez Feijóo, subiendo al carro: "Sigo con ETA yo también, la violencia me da asco". Almeida le chafa la guitarra destapando la trampa: "Pero nos disgusta más no rascar votos de los vascos". La clave, los vascos y vascas, los que han convivido con el terrorismo, los que han pasado página, los que se han reconciliado o lo intentan. Los que miran adelante y no al pasado, al dolor y la guerra. En Euskadi este gag ha provocado un gran interés.
Los guionistas se han pasado el juego con su ingenio, y el resto del equipo han rematado el trabajo: "ETA en mi boca siempre está", "soy de Madrid y de Bildu vivo también", "si ellos no son terroristas, ¿por qué llevan esas pintas?", "para mí esos peinados son un atentado", "sigo cono ETA una vez más porque no tengo más propuestas"... Ay. Es un no parar. Y han causado sensación, claro. El programa 'En Jake' del gran Xabier Lapitz en ETB, o diarios como el Naiz dedican tiempo y cobertura al gag de la factoría Toni Soler, en una semana movida por la Virgen del Rocío, los abogados fundamentalistas y los jueces que los citan a declarar. Los espectadores opinan y dejan mensajes de calor y reconocimiento, también en euskera: "Zorionak" (felicidades), "bikain" (excelente), "itzela" (enorme)... El Vaya Semanita 2.0., sin duda. Un incunable.
Polònia y TV3 diciendo verdades de las que no gustan nada en el Madrid del poder. Lo de siempre. Bravo.