Polònia ha vuelto a ser líder, incluso con un programa ya visto, lleno de gags refritos. Programa más visto del día después que Vicent Sanchis oficializara que no vuelve en septiembre mientras la Generalitat no haga una aportación extra multimillonaria a TV3. Este jueves 417 mil catalanes, un espectacular 19,1% de audiencia, volvieron a ver a Miquel Iceta disfrazado de Lloll Bertran imitando a la azafata Vanessa. No todo el mundo cree que el programa finalmente se acabe.
Toni Soler encendió la alarma: "Lo dedico a los compañeros de Polonia. Pase lo que pase sois los mejores". Algunos piensan que al final la Generalitat, a pesar del estado ruinoso de sus finanzas, inyectará más dinero a TV3. Lo escribe Ferran Monegal en El Periódico: "No se preocupan los fans de Polònia. Volverá. El toque de susto de Sanchis ya ha hecho efecto. La clase política está en un grito. No podrían soportar que no les hicieran la parodia. Se pirran por Polònia. Para ellos la tragedia es el silencio. El vacío. La risa es una bendición. Aunque te dibujen como un zoquete o un inútil".
Monegal sabe de qué habla. El único crítico de TV que tiene su imitación en Polònia es él. El crítico sabe qué se siente apareciendo en el programa y tiene una opinión muy segura de por qué volverá Polònia en septiembre: el ego de los políticos. En este caso de los que gobiernan, que son los que pueden decidir inyectar más dinero: Torra y Aragonès. Prefieren salir como tontos que no salir. Muchos espectadores y productores de TV opinan como Monegal, que todo es un globo sonda y que Polònia acabará volviendo.
Cuando un programa se cierra "temporalmente" nunca se sabe qué puede pasar. Que se lo pregunten a Vador Lladó, Ruth Jiménez y Jaume Roures, presentadores, y productor de Tarda oberta. Se canceló el programa de tardes de TV3 por problemas económicos, Vicent Sanchis dijo que si había recuperación económica podía volver y nunca más ha vuelto. Ruth Jiménez ahora regenta un restaurante japonés.