La polémica desatada por la catalanofobia desbocada de Antonio Resines, denunciada por EN Blau en primicia el primer día laborable del año, trae cola. La entrevista en el diario El Mundo donde vertió odio a la lengua catalana, a los partidos independentistas, a Carles Puigdemont y a los catalanes en general había pasado desapercibida para el resto de medios catalanes hasta que EN Blau publicara a las diez de la mañana un artículo denunciando la intolerable muestra de odio del actor cántabro de 70 años. Solo el primer tuit de El Nacional lo vieron 300 mil personas y tuvo 500 retuits y 500 comentarios. La ola de indignación provocada por el tal Resines, a quien literalmente "le toca los cojones que los catalanes hablen catalán" allí donde les parezca como las Cortes, ha hecho que muchos VIPS como Antonio Baños o Màrius Serra hagan mofa del actor ruin, anagrama de "Anotin roïneses" (Anoten ruindades):

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Resines y Almeida San Isidro 2022, GTRES

¿De dónde le viene a un actor nacido en Cantabria como Resines este odio a Catalunya? Él afirma que fue votante del PSOE, pero su sesgo es más del PP, partido que fichó al cántabro muy español para hacer de pregonero de San Isidro en el 2022 con el alcalde Almeida satisfecho de apropiarse de una figura de la Cultura española de los toros, el vino, el jamón y las mujeres más jóvenes. La fuerte repercusión de la denuncia de su catalanofobia ha servido para que un tuitero del mundo del teatro, trabajador del gremio teatral barcelonés, haya explicado de dónde le viene en Resines la catalanofobia. Resulta que hace unos años Resines presentó un espectáculo teatral en Barcelona que él producía, es decir, se jugaba el dinero, y fue una auténtica ruina. Los catalanes no pusieron ni un euro en taquilla para ver la chapuza producida por Resines, y él considera que le hicieron boicot. Creía que Catalunya lo recibiría con una alfombra roja y se rendiría a sus pies. Esa es la madre del cordero, verse rechazado por un espectáculo teatral pésimo que produjo. Atención al tuit:

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La fracasada obra producida por Antonio Resines

Gerard Gort fue jefe de prensa y comunicación de Focus, el Teatro Romea y el Teatro Goya entre los años 2008 y 2012. Entonces Resines trajo a Barcelona un espectáculo que él producía, no indica cuál para no perjudicar a los actores que no tenían culpa alguna, pero EN Blau ha podido saber en exclusiva que se trataba de la pésima adaptación de Noviembre de David Mamet. El responsable de prensa de teatro explica qué sucedió: "Tuve que tratar a Antonio Resines por cuestiones profesionales hace años cuando trajo a Barcelona, en calidad de productor, un espectáculo teatral que pinchó estrepitosamente. El hombre, que desembarcaba aquí esperando alfombras rojas porque provenía de la capital del Reino, no supo asumir el fracaso y descargó su ira contra los catalanes por no acudir en masa a aquella producción infame. Se creía víctima de una conjura catalanesca incapaz de concebir que si el público barcelonés no iba era porque el montaje era malo. Más concretamente, muy malo. Y, afortunadamente, el público barcelonés tiene un cierto criterio teatral. Constaté en primera persona la arrogancia de un individuo chulesco, ufano, prepotente y con una profunda animadversión a Catalunya. Así, que sus últimas diatribas, no me sorprenden nada. El odio que destilan los Resines de turno es fruto de sus delirios de grandeza y las frustraciones que acumulan. Son tan poca cosa que necesitan hacerse los milhombres y hacerse los graciosetes. Ellos mismos ponen al descubierto su insignificancia, su indigencia intelectual y su pobreza de espíritu".

Antonio Resines: ATRESMEDIA
Antonio Resines haciendo cuernos a El hormiguero, Antena 3

Le pasa como a Toni Cantó: no es que en Catalunya fracase como actor por sus ideas políticas. Resines fracasa porque es malo. Mal actor. Ahora ya sabemos cual es el meollo: Resines vino hace 20 años a Barcelona odiando a los catalanes, creía que se haría de oro con una porquería de obra de teatro que él pagaba, nadie la fue a ver y se arruinó, cosa que añadió a Resines no humildad sino catalanofobia. A los 70 años ya no volverá a estrenar nada que mire nadie en Catalunya. Los productores han tomado nota. Resines es veneno para la taquilla.