La entrevista Rocío llega al final con muchas incógnitas, como la del papel en todo el asunto del segundo marido de Rociíto, Fidel Albiac. Antes se resuelve cómo puede la madre dejar de relacionarse con su hijo pequeño, David Flores, que sufre síndrome de Angelman. Se resuelve en un vídeo previo a la emisión del antepenúltimo capítulo. Rocío Carrasco vuelve a decir que la culpa de que no hable, se relacione ni llame el hijo discapacitado es la misma: Antonio David. El chico tiene 22 años y desde que era menor, hace 5 años, que no lo ve. Vídeo:
Rocío: "David empieza a cambiar desde que su hermana no está en casa. El padre iba a ver al niño al colegio entre clase y clase, en el recreo o a la salida en el período que me tocaba a mí. Mi hijo me decía 'Mi padre me ha dicho que grabaré un disco con fulanito. Que no tengo que estudiar que me va a llevar a La voz (programa de talentos de Antena 3). Yo veía que iba a acabar como acabó lo otro (el caso de la hija). El niño me dice que un día en el coche con su padre y su hermana les dice no digáis eso de mi madre que es mentira. Y el padre le dijo que si volvía a defenderme se bajara del coche e iba andando".
Rociíto tiene marcada con fuego la fecha que vio por última vez a su hijo, también en verano, como con su hija, y previo a su boda con Fidel Albiac, a la que el niño ya no fue: "El último día que veo a mi hijo es el 23 de junio de 2016. Pongo una reclamación judicial para que reintegren al niño al domicilio materno y eso no sucede. Ese día me doy cuenta que he parido dos veces pero que no tengo a ninguno de los dos". Twitter se polariza:
Quedan 3 capítulos y la familia se mueve para empezar a hablar cuando acabe Rocío. Ortega Cano ya ha avanzado que concederá una entrevista aclarándolo todo. La historia no acabará con el último capítulo. Nunca mejor la frase final de los culebrones: Continuará.