La inauguración de los Juegos Olímpicos ya es una realidad. Una ceremonia larga, a menudo inclasificable, con algunos momentos de vergüenza ajena y con algunos aciertos. El desfile de las diferentes delegaciones por el río Sena, en sendos barcos, a veces recordaba a la tropa de Verano Azul con Chanquete y compañía. Era difícil no hacer una inauguración perfecta contando con el marco de una ciudad como París, con la Torre Eiffel y la espectacularidad de la ciudad de la luz, pero a todos los espectadores se nos quedó cara de chepi, chepi. Letizia alzando el puño, "la cabra tira al monte", como han dicho algunos, en los morros de Felipe, los deportistas españoles de rojo saludando al personal, algunas sorpresas como Rafa Nadal como uno de los últimos e ilustres encargados de transportar la llama olímpica y un gran globo final, después de haber visto a Lady Gaga, Snoop Doogy o Celine Dion.

Como es normal, todos los diarios del mundo abren con alguna imagen de esta ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Dependiendo del país del medio, la imagen escogida va variando. Pero lo que es impepinable es que un medio serio, en papel, muestre en portada alguna imagen de un acontecimiento mundial como es este, que además, pasa cada cuatro años. El diario Marca, por ejemplo, ha escogido esta foto, una imagen de los deportistas españoles en su barco por el río Sena con el emblema de París al fondo, la Torre Eiffel.

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 "Apoteósica inauguración de los juegos olímpicos", "París, aquí estamos", "Máximo reconocimiento a Rafa Nadal al ser uno de los último relevistas de la antorcha", "Empieza el sueño de Nadalcaraz", "Los cuartos ya están al alcance", "Los aussies prueban a 'La Familia'"... La imagen central de portada y muchas fotos pequeñas destacadas. De hecho, solo hay dos noticias más, en pequeño, de alguna cosa que no sean los Juegos y la espectacular (y criticada) inauguración. Hablando de inauguraciones, si hay una que todo el mundo recuerda, si hay una que hace emocionar a todo el mundo, sean de aquí o no, por lo que se vio, por lo que significó, por la modernidad, originalidad y emoción, fue sin duda la de Barcelona '92. Una ceremonia como no se había visto ninguna otra hasta entonces, con momentos icónicos, como el colofón, el icónico momento de Antonio Rebollo, atleta paralímpico, recibiendo la llama de manos de Epi, y haciendo un lanzamiento para la historia con su arco:

Uno Juegos Olímpicos que hicieron que Barcelona pasara a ser la ciudad más moderna del mundo. Unos Juegos que hicieron que Barcelona y Catalunya fueran el centro del mundo durante todos los días que duraron. Y unos Juegos que quizás no eran tan importantes para el mismo diario que hoy ha mostrado la imagen de París a toda plana. A pesar de la inolvidable ceremonia de la capital catalana, la diferencia de trato es abismal... Y vergonzosa. Miren cuál fue la portada el día siguiente de la inauguración de los Juegos de Barcelona.

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...La foto, ni para Retoño, ni para el pebetero, ni para la delegación española, ni para nada: para Miguel Induráin. Los Juegos, en una columnita de la derecha y para de contar, con más importancia incluso, para unas declaraciones futboleras penosas de pretemporada, tal como se ha fijado un usuario en redes. El personal, indignado con razón:

Esperad a que algún día los Juegos se hagan en Madrid...