Hay una norma no escrita que la gran mayoría de entrevistados adoptan que es bastante irritante para el espectador, el lector o el oyente. El entrevistador hace una pregunta y ellos responden lo que les da la gana. ¿A dónde vas? Manzanas traigo. Acostumbran a salirse con la suya, básicamente, por dos motivos: o porque el periodista ya está pensando en la siguiente pregunta o porque este insiste un poco, pero enseguida tira la toalla a la que ve que el invitado se enroca como un caracol en el caparazón. Afortunadamente, algunos periodistas no claudican fácilmente. Cuando eso pasa, el ridículo del entrevistado negándose a responder queda patente a ojos de todo el mundo. Y esta mañana hemos tenido una buena muestra con Jordi Basté y Alejandro Fernández.
El presidente del PP catalán ha visitado este martes El món a RAC1. ¿Lo más destacado? Que aunque no ha habido conversaciones formales y que tendrán que esperar al congreso del partido naranja, la voluntad de los populares es sacar adelante una coalición con Ciudadanos. Pero a la que Fernández se ha salido de su discurso, ha descarrilado de mala manera. Es lo que tiene ir con los papeles mojados a una entrevista con alguien con mucha mili como Jordi Basté. La pregunta es bien sencilla: "Para usted, ¿ahora Quim Torra es el presidente de la Generalitat?". La respuesta, más propia de Groucho Marx: "No debería serlo". Basté se lo repite: "¿Pero ahora lo es?". Y Fernández: "Ya no debería serlo". Y así hasta siete veces. La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. Ridículo mayúsculo resumido en 44 segundos:
"Podemos estar toda la mañana así, pero creo que perderíamos audiencia", le lanza el presidente del PP... Lo que pierden es votantes cada día que pasa. Y después se extrañan.