Jordi González hace sufrir. El mítico presentador catalán no va a trabajar a su programa de TVE De corazón los fines de semana con Anne Igartiburu desde diciembre. Se marchó de vacaciones a Colombia y no ha aparecido más. Solo una conexión para celebrar el primer aniversario del magazine durante la cual los espectadores sufrieron: un Jordi muy perjudicado, con la voz rota, casi sin vocalizar, y un aspecto debilitado. Aquel 19 de enero, como recogió EN Blau, dijo a TVE "Espero estar allí en el programa la semana que viene". Han pasado tres meses y no ha vuelto. Es evidente que lo que dijo que sufría, "un trancazo" no es lo único que sufre. Tres meses de baja son muchos meses. El programa respeta su baja y un digital, Informalia, solo ha publicado que Jordi González ya descansa en España. ¿Pero qué tiene?
Solo se publica que "El periodista catalán, de 63 años, ya se encuentra en España, restableciéndose del problema de salud que sufrió durante sus vacaciones navideñas en América del Sur. En los últimos años, González ha viajado con frecuencia a Río de Janeiro, donde tenía un apartamento, y a Colombia, donde se encontraba cuando enfermó, lo que le ha apartado de su trabajo durante más de dos meses". La explicación que dio a Jordi González cuando solo llevaba medio mes de baja fue esta:"Estoy malito. Después de quince días de vacaciones, he cogido un trancazo. Estoy con dolor de espalda, dolor en la garganta, fiebre…La semana que viene en teoría estoy allí. Ayer empecé a sentirme mal… No sé que me paso ayer, me puse a llorar, a toser... Suele pasar que cuando estás de vacaciones te pones malito". Ya hace demasiado que dura. Ha tardado tres meses en volver. A poder coger un vuelo de Colombia a España. No se sabe en qué ciudad española descansa pero su casa está en Madrid. En Barcelona vive su único hermano que hace de taxista y su piso del Eixample lo tiene alquilado. En enero la cara de Igartiburu era de sufrimiento:
González acabó una etapa en Telecinco que había ido decayendo hasta El debate de GH donde se le notaba que no estaba a gusto. Él siempre ha preferido programas de autor que encargos. En TV3 tuvo reuniones para hacer un nuevo programa acompañado de Marta Torné, a quien él descubrió, pero nunca se acabó de firmar nada. Sus problemas en la voz, una cierta afonía, ya eran notables. TVE apostó por clásicos de la TV catalana: Mercedes Milá, Andreu Buenafuente y Jordi González, que ha acabado en un programa de mediodías de fin de semana, de co-presentador y ahora de baja. Solo hay que desearle una rápida recuperación. Ha sido uno de los tres mejores de TV, con Sardà y Buenafuente. Ya van quedando pocos con programa propio y con personalidad. La TV nocturna desaparece con ellos.
González a los 62 años no está casado ni tiene hijos, pero tiene perros. Se ha operado de cirugía estética y ha sufrido algún problema de salud como un desprendimiento de retina hace unos años: la cuestión era grave: solo tenía un 5% de visibilidad al ojo derecho. Como consecuencia, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente durante "dos horas largas". Eso de ahora se alarga y su programa, de chismorreos, no hurga. Solo espera el retorno. De momento ya está en Madrid. Felizmente.