La infanta Cristina lleva diez días a Catalunya, desde que cogió un vuelo de Ginebra a Barcelona el viernes 11 de febrero, el día que sus escoltas agredieron a un paparazzi y Cristina perdió los nervios. Al día siguiente sábado se encontraba con su todavía marido, aunque viven separados y pasándole al exjugador de hanbdbol una pensión de 5 mil euros mensuales. Según ha podido saber EN Blau tuvieron una cena con amigos en una localidad del Maresme, Cabrera de Mar. A Barcelona la infanta fue acompañada de su hija Irene, que con 16 años tiene la semana blanca de vacaciones de invierno en su carísimo colegio suizo. En Barcelona se ha encontrado con otro hijo, Pablo, que vive en Pedralbes en un piso compartido con amigos y juega en el Barça B La foto es en el Palau Blaugrana los dos viendo el partido del primer equipo dónde él no jugaba:
📸 La infanta Cristina, en el Palau junto a su hijo Pablohttps://t.co/eQzreXanvJ
— Mundo Deportivo (@mundodeportivo) February 19, 2022
En el diario monárquico de Godó, Mundo deportivo, publican la fotografía y explican que "La hermana del Rey no quiso perderse el Barça-Bidasoa y acudió al pabellón azulgrana acompañando en su hijo, jugador del filial azulgrana". Los rumores de Barcelona sostienen que un paparazzi ha perseguido toda la semana a la infanta y el miércoles aparecerá paseando por Barcelona en la portada de una revista del corazón, que con toda seguridad será Hola. De momento el diario deportivo se ha adelantado.
En la foto se ve a la infanta muy diferente que en la foto del aeropuerto, donde salía muy envejecida. Aquí está sonriendo, con las uñas pintadas de rojo intenso, como una mujer separada pero no hundida. El hijo, ahora muy famoso entre las adolescentes, se tapa con gorra, sudadera y mascarilla para no ser reconocido. Los fans le piden fotos como una estrella del Barça, o de la prensa rosa:
¿Dónde se esconde la infanta esta semana? parece evidente que no ha dormido en su hotel habitual de Pedralbes, AC HOTEL VICTORIA SUITES en la calle Beltrán y Rózpide de Pedralbes. Allí lo esperan siempre los paparazzis, como cuándo fue en otoño con Iñaki Urdangarin.
Una opción viable es que duerma en casa de su cuñada, Ana Urdangarin. Una torre modernista en la calle Ferran Puig del Puxet. El pasado fin de semana, el 12-13 de febrero, se reencontraron con Iñaki en un lugar indeterminado de la ciudad. Urdangarin tiene una hermana, Ana Urdangarin, que vive en el barrio del Putxet desde hace años, casada con un empresario que heredó la mansión familiar, una casa modernista catalogada en la calle Ferran Puig, 34. Es esta:
Una tercera opción es que vaya a un Hotel de lujo tapada por sus escoltas y nadie sepa cuál es. Pero ya hay fotos de la infanta en Barcelona. Cuatro hijos catalanes, del Barça, casada en separación de bienes en la Catedral de Barcelona, y ahora reunida con amigos en la ciudad, trabajando en la central de La Fundación La Caixa a la Diagonal y haciendo ver que quizás vuelve con su marido infiel. La madre Sofía perdonó tantas veces a Juan Carlos que ya no viene de aquí.