Hace muchos años, todo el mundo hablaba de una pareja artística que estaba en todos los programas cantando temas como La gallinita cocoguagua. Eran Enrique y Ana. Cuando ellos dos cantaban haciendo las delicias de mayores y pequeños, otros Enrique y Ana, Enrique Ponce y Ana Soria, eran un niño que todavía no sabía que sería torero y una chica que todavía no había ni nacido.
La pareja mediática del verano ocupa todas las revistas del corazón. El sonado divorcio de Ponce con su mujer después de toda una vida juntos, Paloma Cuevas, ha llegado después de saberse que él había empezado una relación con una joven de 21 años, 27 menos que él, andaluza, hija de un prestigioso abogado almeriense, Ana Soria. Desde el momento que se supo, se han disparado los followers de la joven en las redes sociales. Y todo el mundo buscaba una foto de la nueva pareja que demostrara de todas todas que su amor va viento en popa. La chica ya ha querido dejar claro que piensa luchar contra aquellos que duden de su relación: "Ninguno elegimos nacer y sin embargo, nacimos. Eso solo me hace pensar que la vida es un regalo. Un regalo temporal, porque cada minuto que pasamos en ella, nunca vuelve. Dedica tu tiempo a buscar tu propia felicidad y no trates de impedir que otros encuentren la suya. Rodéate de personas que te hagan a ti mejor persona, sólo por estar con ellos. Busca lo que te llena, y no lo que te vacía. Lo que suma y no resta. Y así, vivirás en paz". ¿Mensaje dedicado a Cuevas? Quién lo sabe. Lo que ahora todo el mundo ha certificado es cómo disfruta la nueva pareja en compañía.
Esta es la primera foto juntos y sonrientes que los dos han colgado en las redes sociales en un stories de Instagram. Seguro que es la primera de muchas. A partir de ahora, ya pueden ir de invitados al Deluxe y pasar por caja.