Francisco José Rivera Pantoja, Kiko Rivera, Paquirrín, ha pasado en planta en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde ingresó víctima de un ictus. Una consecuencia lógica de la mala vida: disc-jockey, trabaja de noche, admite que consume cocaína y que se alimenta a base de pizzas, hamburguesas y cubatas. Se colocó una pelota gástrica para adelgazar pero sigue obeso. Y el sistema circulatorio ha fallado. Un primer aviso a los 38 años. El siguiente puede ser letal. Los paparazzis han podido localizarlo dentro de su habitación a través de la ventana y esta es la primera foto del hijo de la Pantoja ingresado:
En la foto de agencia se ve la calva inconfundible de Kiko Rivera a través de la ventana, en la foto de Instagram su prima, Anabel Pantoja, lo abraza y se comprueba cómo el hombre mantiene etiquetas en el cráneo vendado, quizás códigos de barras hospitalarios porque el ictus es un accidente cerebral. En Instagram acaba de colgar un mensaje de ánimo: "Buenos días mi gente. Hoy estoy más triste empiezo a asimilar lo que me ha ocurrido y aunque voy mejorando no puedo dejar de estar triste. Es cierto que he sentido el cariño de muchos, incluso de gente que no me esperaba por ellos un fuerte abrazo. He tenido y tengo mucho tiempo para pensar y mi vida ya no volverá a ser la misma y para darle un poco de humor (aunque sin muchas ganas) he vuelto a nacer y va y me toca la misma cara de siempre. Lamento no poder estar más activo en redes cojo el móvil por la mañana y os intento dejar un mensaje pero nada más. Sin más vuelvo a dar la Gracias a todos los que me habéis escrito de alguna forma u otra de verdad os lo agradezco de todo Espero pronto estar en mi casa y poder abrazar a mis hijos es lo que más deseo en este mundo". Ha decidido cambiar de estilo de vida, si sigue a base de pizzas y coca, se muere.
Rivera fue ingresado después de sufrir un ictus cuando estaba en su domicilio en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta, y después de tener fuertes dolores de cabeza fue derivado de urgencia al hospital sevillano, que tiene una unidad específica en este tipo de accidentes cerebrovasculares. Con 38 años, sufre ácido úrico y diabetes tipo 1, de manera que necesita insulina de manera regular, aunque no tenía antecedentes hasta el momento de accidentes cerebrovasculares. Es ostensiblemente gordo..
Kiko Rivera se hizo colocar un balón gástrica en el estómago, una de las decisiones más importantes del hijo de Isabel Pantoja. Por un tiempo acabaron las mofas a causa de su sobrepeso. El tratamiento dio impresión. Realmente el DJ parecía otro gracias a este cambio radical: adelgazó 42 kg en sólo un año. Pero no sirvió de nada. Un balón gástrico no sirve si sigue comiendo basura y esnifando.
La transformación era más que evidente, pero no era sana. Ni hacía ejercicio ni dieta, un balón y pensar que está todo resuelto. Mal.