Lo de los DNIs y la Familia Real borbónica es muy muy fuerte. Hace un par de semanas publicábamos un artículo en el que explicábamos el privilegio que el vomitivo caudillo Francisco Franco le entregó a Juan Carlos, en quien recaería el poder del Reino de España en el futuro cuando el dictador muriese. Franco fundó el Documento Nacional de Identidad y, luego, repartió unos cuantos para los Borbones. A Juan Carlos le dio el 10 y a Sofía el 11. Además, también bloqueó todos los números de DNI desde el 10 al 99, para que ningún ciudadano al uso los pudiera tener. Estos pasaban a ser potestad de la Familia Real, que podría hacer y deshacer con ellos siempre que quisiera.
Es por eso que la Casa de SM El Rey decidió que, cuando nacieran, la infanta Cristina fuera el 14, la infanta Elena el 12 y el príncipe de Asturias, Su Alteza Real Felipe de Borbón, el 15. Una vez Felipe se convirtió en el príncipe heredero y tuvo hijas, estas, al nacer se quedaron con los dos siguientes números. El 17 era para Sofía y el 16, de Leonor. Un número que acompañaría para el resto de su vida a la princesa de Girona y que ahora sigue utilizando. Sí, Leonor Borbón Ortiz, con residencia en La Zarzuela, usa el número 16 en el DNI... aunque no para votar, ya que la realeza no vota.
Leonor podría ser de centro-izquierda
Otra de las curiosidades de la heredera al trono español es que podría ser de centro-izquierda. En varias ocasiones ha tenido guiños propios de la izquierda de este país, como el apoyo a la lucha contra el cambio climático -que su padre lidera con el pin de la Agenda 2030-, los parlamentos en catalán en los premios Princesa de Girona, o el aprendizaje de lenguas de fuera de Europa, como el árabe o el chino mandarín. Si se entera de eso Santiago Abascal, le puede coger un patatús.
Un número vetado y los primeros números, para los Franco
Francisco Franco repartió los números del 10 al 99 para los Borbones y sus posteriores descendientes, mientras que para su familia se quedó los primeros. Suyo fue el número 1, para su esposa Carmen Polo fue el 2 y para la hija en común de ambos, Carmen Franco, fue el número 3. Curiosamente, la mujer de Franco pasó completamente de la nueva ordenanza de su marido: le importaría un pepino lo que creara 'El Generalísimo', pues tardó 14 años en solicitar el carné. Surrealista.
Como surrealista es que el nº13 no tenga compromisario. Los Borbones deben creer también en la superstición de que el 13 es un número maldito y es por eso que no tiene compromisario ni parece que lo vaya a tener: todos los primeros números a partir del 10 están copados por sangre borbónica, menos el 13. ¿Casualidades? No creo.