Albert Om trae cada lunes a Els Matins de TV3 diferentes propuestas que conforman su 'Agenda Om', una sección imprescindible para saber hacia dónde tenemos que ir y por donde irán los tiros los siguientes siete días de la semana. Pero el de Taradell ha confesado, sólo empezar su intervención de este 22 de noviembre, que "empecé a repasar ayer y osti, todo es un interrogante esta semana".
Él mismo lo ha vivido en su propia piel. Hoy tenía previsto hacer un programa especial de su Islàndia de RAC1 desde el recinto modernista de Sant Pau, pero que ha quedado aplazado por la previsión del tiempo. "Esta es una semana que a un mes para Navidad, era concebida como la de la gran euforia navideña, pero veremos". Presupuestos, encendido de luces, semana de Black Friday... y una levantada que lo amenaza todo.
Y no sólo el mal tiempo sobrevuela las cabezas de cualquier previsión que se pueda hacer. Con lo que está pasando en Austria, ¿qué pasará aquí, "¿qué medidas tomará mañana el Consejo de Gobierno?", se pregunta Om. Con este panorama, reconoce que lo que nos pensábamos de cara a Navidad, quizás se va a freír espárragos: "Estas eran las primeras Navidades que de alguna manera volvía a ser, entre comillas, normal". Por ejemplo, con respecto a las cenas de Navidad.
Interviene Lídia Heredia: "Conozco gente que ya las ha hecho, en previsión. O comidas que no están convocadas como comidas navideñas, pero una vez estás allí, dices '¿sabes qué? Ya nos hemos visto. Considerémoslo comida de Navidad'".
I Om, siempre fino, hace una propuesta: "Lo que podríamos hacer no es ya la cena de Navidad de empresa, sino la familiar". La presentadora sonríe y recoge el guante: "Tú quieres hacer ya los galets y el cocido". Poca broma. Lo que propone el colaborador no tiene nada de tontería. Porque Om tiene la mosca detrás de la oreja por lo que está notando.
"En cualquier caso, volvemos a la casilla de salida que no se pueden hacer planes. Ahora llevamos semanas seguidas haciendo muchos planes y no te saltabas ninguno de los planes. Y esta semana se hace difícil pensar que algunos planes se puedan hacer". Om, como muchos espectadores, ya no saben ni qué pensar ni qué decir: "Eso de la pandemia hay un punto que cuesta mucho de entenderlo. A veces, después de un puente, como la Purísima, hay explicaciones. Ahora no hay ninguna explicación concreta o diferente de hace un mes. Estamos haciendo lo mismo que hace semanas".
Albert verbaliza una serie de interrogantes en voz alta que ni la Lidia ni nadie en la mesa es capaz de responder, a estas alturas. Y mucho nos tememos, que ni los mismos que mandan: "¿El virus está o no está? Vuelves a tener un interrogante a muchos planes, lluvia aparte, esta semana. Muchas empresas se plantean: '¿Hacemos cena o no?', '¿Que la gente se haga tests de antígenos o no?', 'Vamos 100 personas a cenar, sí?', '¿O qué hacemos'?".
No está nada mal la propuesta de Om, haya o no haya medidas: resolvamos ya las cenas familiares de Navidad, los chistes del cuñado, los regalos y todo. Trabajo que tendremos hecho. Si no, después se nos hará bola.