Hay una pregunta que algunos hombres formulan a sus mujeres: ¿consideras guapo a Quim Gutiérrez? El actor catalán es una estrella, por carisma, por fama, por escoger buenos papeles, por profesional y también por tener una fotogenia particular. No es muy alto, no se depila, no se tatúa, no va a alfombras rojas ni saraos, no tiene una novia mocatriz, aquellas pseudo modelos-cantantes-actrices típicas de Telecinco. Pero todo el mundo le conoce, le valora y cae bien. Especialmente en Catalunya que lo ha visto nacer y debutar con una tradición muy catalana que se celebra cada día desde hace 30 años: el culebrón de sobremesa de TV3. Debutó en el primero, Poble Nou en el año 1994. A los 43 años, Quim Gutiérrez vive en Madrid, está casado con una modelo andaluza muy discreta, Paula Willems, y tienen ya dos criaturas, Bru y Gael, el último recién nacido, el 18 de octubre. La madre había colgado la primera foto del bebé después de parirlo para anunciar su nombre y sus manitas, pero faltaba una foto de padre e hijo. Quim Gutiérrez muestra una vez más su personalidad y cuelga la primera foto juntos muy seleccionada. Sabe que no hay imagen que emocione más a una persona que la de un padre con su bebé:

Escribe el actor: "Gael 18/10/2024". No hace falta nada más, la sencillez de un padre que carga a su hijo no con un carrito de bebé sino piel con piel, como un Koala, con un pañuelo porta-bebés. Uno de aquellos fulares que sirven para envolver a la criatura pequeña en torno al torso del padre o la madre, enfocado hacia el pecho y que sienta el calor de la piel paterna o materna y los latidos del corazón, el sonido que lo ha calmado durante los nueve meses que ha crecido dentro de la barriga de su madre. Muy recomendable, muy íntimo, muy bonito. Quim no quiere mostrar la cara del pequeño Gael, como no lo ha hecho con su hermano mayor Bru, o Bruno para su madre. Dos niños que serán un prodigio de fotogenia si atendemos a sus progenitores.

Gael y Bru Gutiérrez Williams, o Williams Gutiérrez si han pactado que el apellido más bonito vaya el primero. En las parejas hay que pactar no solo el nombre sino el orden de los apellidos de las criaturas. Lo único que impone la ley es que si el primer hijo tiene un determinado orden de apellidos (por ejemplo primero el del padre) el resto de hijos de la pareja tendrán que seguir el mismo criterio. Gael es un nombre precioso, corto, y que a diferencia del primer hijo de la pareja, Bru que tiene 3 años, no dará problemas onomásticos. El segundo hijo se escribe igual en catalán que en castellano, Gael. Bonito como todo lo que rodea a este matrimonio. Los Williams.