Vuelve el programa más visto de TV3: El foraster. El único capaz de hacer más audiencia que Polònia, Quim Masferrer conduciendo un Seat Ibiza, en lugar de la pick up naranja. Los patrocinadores mandan pero el programa es un súper éxito: espectacular 27,7%, 769.000 espectadores, su mejor resultado en 4 años, desde el 17 de febrero del 2016. Masferrer hizo lo de siempre: visitar un pueblecito, Gisclareny, y hacer de sí mismo. La fórmula mágica con un ingrediente sorprendida: Masferrer. La prueba que él es el programa es que la productora Brutal Media ha vendido el mismo espacio a TVE y tres presentadores después sigue fracasando.
Pablo Chiapella, el catalán Edu Soto y ahora Eva Hache han desfilado presentando El paisano en castellano. Y ninguno ha convencido a los espectadores catalanes. El viernes se emitió en La 1 el último La paisana y se hundió con un flojo 4,9% en Catalunya (7,8% en España). Nadie llega al personaje de Masferrer, porque Masferrer no hace un personaje. 800 mil catalanes mirando lo mismo cada programa y sigue sin agotar el formato. El formato es él. Y tiene a los espectadores de pie:
De entre todos los tuits hay que rebuscar mucho para encontrar uno crítico, que opina que Quim Masferrer es "el solterón que sabe de todo el mundo, con un humor salivoso, fácil y de tuit, el bufón de TV3". Lo que seguro que no es es solterón. Es el marido de Xantal Llavina.