Quim Masferrer es uno de los presentadores más queridos de la Televisión de Catalunya.
Se lo ha ganado a pulso, a base de trabajar mucho y sobre todo, gracias a su carácter, bondad y mano izquierda a la hora de tratar con la buena gente que se ha ido encontrando por los pueblos de Catalunya después de hacer El Foraster durante 9 temporadas ya.
Una de las claves, sin duda, del éxito de este programa imprescindible de la parrilla de TV3, que no agota la fórmula a pesar de llevar casi ya 100 programas, es la química y el profundo respeto que demuestra el presentador hacia todas y cada una de las personas con quien se cruza cuando recorre arriba y abajo el territorio catalán, como quedó nuevamente demostrado en el estreno de la nueva temporada, en Mura.
Nunca se sabe qué le pueden explicar los vecinos con los que habla, qué historias de vida emocionantes habrá detrás de cada uno de ellos, pero lo que es innegociable es que Masferrer, cuando conoce a personas, sabe escuchar y empatizar con todos ellos.
El Foraster sabe escuchar. Pero cuando tiene que decir la suya, también lo hace. Cuando es Quim Masferrer quien habla, hay que estar atentos a lo que dice, porque tiene la sana costumbre de decir en voz alta lo que le pasa por la cabeza, siempre con respeto, pero nunca escondiéndose de hacer público lo que piensa y lo que siente.
Por ejemplo, en cuestiones de sentimientos de país. Siempre ha dejado claro que su tierra, su país, es Catalunya. Que quiere la independencia y a quien no le guste oírlo, dos piedras.
En una entrevista para el portal Vilaweb, abordan esta cuestión y su participación activa en muchos actos relacionados con el procés. Y Masferrer, fiel a sus ideas, vuelve a hablar claro y alto: "Sería absolutamente absurdo esconderse. Esconder las cosas no sale a cuenta, todo lo contrario: seamos sinceros y abiertos. Dejaré de ser independentista el día que seamos independientes, y estoy seguro de que lo seremos".
Masferrer habla de aquello que te mueve por dentro, "una cosa de estómago, de corazón, de sentimiento, una cosa que te arraiga, que te identifica con un territorio". Tiene claro que "¡Nadie nos dijo que sería fácil! Quizás sí que nos lo pensábamos, pero es cuestión de luchar hasta el final con argumentos y con el poder de la gente".
¿Y qué papel tendrían que jugar los políticos? Masferrer responde: "Ya se apañarán, eso me interesa relativamente poco. Me interesa la gente. La fuerza de la gente es muy bestia y no se ha apagado. No conozco a ningún independentista que haya dejado de serlo. Puede haber alguno desengañado con los que parecía que nos tenían que llevar al objetivo. Por eso estamos absolutamente a favor que la gente diga la suya en un referéndum, y no se entiende cómo se puede llegar a prohibir. La gente está. ¡Y tanto que está!".
Hagámosle caso al bueno de Quim. Si hay alguien en este país que entiende de gente, de buena gente, es él.