Aunque no hacen falta recordatorios, por si acaso hay algún despistado, les avisamos de que hoy es lunes. ¿Y qué pasa los lunes? Que hacen uno de los mejores programas que se pueden ver en las parrillas televisivas. Un programa para toda la familia, donde conocemos semana tras semana a personas diferentes que nos emocionan, divierten, enamoran y conmueven con sus historias de vida. Si a esto le sumamos ver y descubrir lugares maravillosos de nuestro país, que no te lo acabas, imaginen. Y si a eso le añadimos también el carisma, la bondad y la empatía que genera su presentador con los espectadores, ya está todo dicho. Porque esta noche, sobre las diez y media, nueva capítulo de El Foraster con Quim Masferrer, como siempre, encontrando buena gente por el territorio catalán. Este lunes toca visita a Tivissa, en la Ribera d'Ebre, un pueblo de orígenes iberos y uno de los municipios más extensos de Catalunya. En un lugar con una historia y una geografía tan grandes, Quim no tendrá ni un rato de descanso. Este lunes la cosa va de correr, bailar o escalar...:
Para ir calentando motores, Quim Masferrer ha concedido una entrevista deliciosa a TV Sabadell Vallès donde ha hablado de cómo es él en la intimidad, de lo feliz que es con su familia, su mujer y periodista Xantal Llavina y su hija Xantal, que ya tiene seis años. También, de su otra familia, la de todas las personas que a lo largo de estos años ha ido conociendo cuando visitaba pueblos de Catalunya. Le recuerdan uno de los testimonios más conmovedores, "una mujer que se le murió el hijo de joven y cada año le hacía un pastel de cumpleaños...". Sólo oírlo, Quim la recuerda perfectamente: "la Tuni de Guils, en la Cerdanya... Llevo 100 programas y me sé el nombre... Pero es que claro, la Tuni es una amiga. Explicándonos aquello, compartiendo aquella cosa tan personal, es de una generosidad inmensa, porque se lo podía quedar para ella. Y yo me la encontré paseando un perro y detrás de aquella conversación está el trauma de lo peor que le puede pasar a una madre, que es perder a un hijo y como lo llevaba ella".
La vecina de Guils a que hace referencia El Foraster es Tuni (abreviación de Antonieta), que en el año 2017, cuando Quim fue a su precioso pueblo, paseaba a su perra cuando se encontraron. Una perra que se llama Misti, la fusión de los nombres Mireia y Steve. Así se llamaba el hijo que murió, y su chica. La perrita era la mascota de la pareja. "La Misti es lo que me queda de mi hijo", afirmó la madre, que ahora se hace cargo del animal. Le da miedo cuando llegue el momento que la perrita se marche, porque siente que se marchará con ella una parte de su hijo. Steve murió hace quince años. Tuni explicó entonces que después de tanto tiempo ahora lo lleva mejor. Cada día lo va a ver al cementerio: "cuando salgo de allí me siento más tranquila", aseguraba. Lo que más le cuesta son las fechas señaladas. Cuando Steve ya no estaba todavía le ponía su plato en las comidas, todavía celebraba su cumpleaños. Una de las historias más emocionantes (y mira que ha habido) de los casi 100 programas de El Foraster.
Un testimonio que hizo que un Quim con los ojos brillantes bajara por primera y única vez a la platea: "A pesar de ser una situación triste, me la explicaste con tanto amor. No me hablaste de cómo superarlo o lo olvidarlo, porque eso no se olvida. Me hablaste de cómo convivir haciendo caso a lo que te dice el corazón: reir, llorar, hacer lo que te dé la gana. Yo ahora haré lo que me dé la gana, que es bajar a darte un abrazo".
Años después, Quim sigue conmoviendo por cómo habla de ella: "Alguien que te regala eso y que nos hace emocionar de esta manera, la gratitud tiene que ser tan grande. Cuando compartimos historias, salimos ganando". Quim recuerda muy bien qué le dijo ella después de hablar con él: "Me dijo: 'A mí también me ha ido muy bien explicarlo'. Pues aquí salimos ganando todos, tanto el que explica como el que escucha". Si pueden, recuperen su visita a Guils. Quim siempre ha pregonado que hacer lo que hace lo llena de felicidad, aprender de la gente que conoce, escuchar sus historias. Y pone un ejemplo de felicidad máxima cuando dice en la entrevista que lo que espera del futuro es "que me sigan sorprendiendo, sonriendo y emocionando. Yo acabo una actuación y se me acerca alguien que me dice: 'He estado ingresado en el hospital y cada día veía dos Forasters'... Eso me hace feliz"... Y a nosotros nos hace feliz él y un programa maravilloso como El Foraster. Recuerden, hoy, Tivissa.