Vilanova de Sau, Verges, Castellserà, la Vall de Bianya, Vilaller, El Serrallo, l'Ametlla de Merola, Pratdip... Son los rincones preciosos de país que han tenido la suerte y el privilegio de recibir la visita de Quim Masferrer esta última temporada de El Foraster. El programa más emocionante de la parrilla de TV3, el que nos hace reír, llorar, conmovernos, sorprendernos y dejarnos siempre, siempre, siempre, con una agradabilísima sensación en el cuerpo. Porque El Foraster provoca un efecto en el espectador absolutamente reparador. Si has tenido un mal día, te lo hace bueno. Si has tenido un buen día, te lo hace mejor. Es maravilloso ver la empatía con la que el presentador conoce y trata a los vecinos de los diferentes lugares que visita, es sensacional escuchar historias de vida, qué han pasado, sentido o vivido las diferentes personas de Catalunya que reciben a El Foraster siempre con los brazos abiertos. Quim se harta de decir que allí donde va se encuentra muy buena gente... Y se queda corto.
"Si una cosa tengo clara, es que los pueblos de Catalunya están llenos de soñadores. Una vez más, habéis compartido conmigo vuestros sueños, vuestras ilusiones, vuestras historias. Y sólo os puedo estar agradecido. Porque gracias a vosotros, ser forastero sigue siendo un sueño hecho realidad". Palabras sentidas para despedir temporada en el capítulo de este lunes, donde se repasaban los momentos más emocionantes vividos por Quim a lo largo de estos 8 programas, las personas más especiales que ha conocido, los momentos más surrealistas y espectaculares que ha vivido y las historias que le han y nos han tocado la fibra. Después de este último programa, los espectadores, todavía con la lagrimita, han recordado cuáles han sido los momentos más especiales de esta última temporada:
Como ven, los fans no quieren que este programa se acabe nunca. Ahora estaremos como huérfanos los lunes por la noche sin nuestra ración semanal de El Foraster. La espera será larga y los espectadores no ven la hora de volver a ver a Quim recorriendo el país. De momento, él mismo ha querido exponer públicamente todo lo que se lleva en el corazón después de una temporada a la que le acaban de poner el lacito, pero con ganas de que empiece una nueva. Sería un pecado que no fuera así:
Quim Masferrer puede ser un forastero, el mejor forastero de la televisión. Pero este forastero es especial, porque es como si fuera de casa de toda la vida. Lo añoraremos. Ganas ya de que vuelva.