Cuando uno va por la calle, a menudo, es muy fácil sorprendernos por lo que hacen o lo que dicen las personas con las que nos vamos cruzando. A veces, algún desconocido se nos dirige para preguntarnos algo. Entre el abanico de posibilidades, hay algunas que son de manual: "¿Tiene hora?" o "¿Sabe como ir a nosedonde?" son dos clásicos. Pero a veces, también hay quien, si ve a alguien fumando, osa acercarse para preguntarle si le dan algún cigarrillo. A Quim Monzó no le han pedido ninguno, pero lo que le ha pasado esta mañana del viernes, tiene que ver con ello.

Quim Monzó (wikipedia)

Se encontraba el escritor en el cruce entre las calles Calabria y Floridablanca. Apoyado en la pared fumando un cigarro. Cuando de repente, se le acerca un "señor con un pitillo apagado en la mano, me saluda". Al cabo de unos segundos, el hombre le enseña el cigarrillo sin encender a Monzó. Y le formula una pregunta que lo ha dejado totalmente descolocado: "me dice: '—¿Qué? ¿Que tengo que esperar que relampaguee?' No lo había oído nunca". De maneras para pedir fuego, hay muchas. "¿Tiene fuego?", "¿Me deja el mechero?" o "¿me puedes encender el cigarro?" serían las más estándars. Pero la pregunta que le han hecho al escritor lo ha sorprendido. Un Monzó que ha reconocido que después de aquello, "le paso el mechero".

La red se ha añadido a recordar otras preguntas sorprendentes relacionadas con el mismo objetivo: