La Gala de los decimoséptimos Premis Gaudí ya es un éxito por este número que la precede, el 17. Ya hace diecisiete años que unos locos, encabezados por Joel Joan, se ingeniaron una Academia Catalana del Cine para promocionar el cine catalán. Desde aquel mismo momento la polémica estaba servida: qué es cine catalán: ¿solo lo que se hace en catalán? Si fuera así no habría gala porque no se estrenan bastantes películas en versión original en catalán, así que se decidió nominar y premiar al gremio del cine catalán, tanto si hacen películas en catalán o en castellano. Una vez aceptada esta premisa, toca disfrutar de una noche al año en que los actores se ponen guapos y desfilan por la alfombra roja en Barcelona. Pero como toda gala tiene críticos, que es aburrida, larga, o que no tiene gracia. En el caso de los Gaudí hay todavía otro añadido: si es un anuncio de Cultura catalana haría falta que se cuidara de la herramienta principal de la Cultura catalana, la lengua.
Hay un deporte nacional que consiste en mirar galas en la TV con el móvil en la mano para ir haciendo tuits, sean Eurovisión, los Goya o los Disfrutó. En eso también somos un país normal, tenemos galas de 4 horas y tenemos twitter encendido por cualquier polémica. Una de las más habituales es criticar que los actores catalanes no se mojan lo suficiente para la defensa del país, por el procés en su momento y ahora por lo que toque. Se les critica para hacer causa de Palestina o del precio de los alquileres pero no de Catalunya. Será que consideran a más oprimidos los derechos de los palestinos o de los inquilinoss que los de la nación. Otra cosa es la lengua. Y si hay un tuitero con autoridad para hablar de lengua catalana es Quim Monzó, el más leído de los Premios de Honor de las Letras Catalanas, el escritor más reconocido del país en catalán y un pope. Tenía muchas cosas que decir pero saltó del sofá al oír a una de las invitadas, la cantante Mushkaa, hija del actor Eduard Farelo, incurriendo en un oxímoron, una frase contradictoria en ella misma:
Para ser precisos no estuvo en la Gala sino en la alfombra roja cuando la reportera de TV3 entrevistó a Mushkaa y Julieta. El tono de la entrevista lo marca la entrevistadora y Maria Xinxó formula una pregunta que da vergüenza en una gala cultural: "La cultura catalana ho està petant?". Este es el nivel. Si la periodista de TV3 ya es incapaz de hablar catalán, en catalán no "petamos" nada, la entrevistada se pone a su nivel. Mushkaa: "La cultura catalana está a tope". Monzó no tiene que añadir nada a las palabras de Mushkaa pero tiene piedad con las palabras previas de la reportera de TV3. La ausencia del catalán y del cuidado del catalán en una gala de cultura catalana pone nervioso a Monzó que lo ve todo bastante choni, cuando un tuitero le responde "Eso se de nengs" y Monzó asiente.
Son los signos de los tiempos. Si los Gaudí se hubieran inventado antes la cantante que entregaría el Premio sería Maria del Mar Bonet y la periodista que la entrevista sería Montserrat Roig. Ahora toca esto. Pobre Monzó.