Una de las prácticas más macabras que corren desde hace un tiempo, mucho más todavía desde que hay redes sociales y esto es un lodazal, un sálvese quien pueda donde la gente la dice y la hace de padre y muy señor mío y aquí no ha pasado nada, es una especie de lista macabra sobre quién morirá cada año.
Una especie de dead pool, como se la conoce en inglés y en todo el mundo, una porra que predice qué personajes famosos la diñarán en el año que acabamos de empezar. Un divertimento con una poca gracia considerable, especialmente, si estás en esta lista o si ves tu nombre.
Explica el gran Quim Monzó en su artículo de este sábado en La Vanguardia que la cosa empezó a degenerar el año 1911, cuando en las carreras de coches de Indianápolis la gente empezó a desbarrar haciendo apuestas sobre qué pilotos podrían perder la vida.
Y ahora, con Internet desbocado, hay incluso páginas web que se dedican a ello. ¿Y quién ha visto su nombre en una de estas listas? Bingo: Quim Monzó. El autor de Mil cretinos podría decirles a los que lo ven muerto justamente esta palabra, cretinos, o cosas más groseras. Pero ha preferido hacer lo que mejor hace: tirar de sarcasmo.
Explica en el citado artículo que acaba de descubrir por primera vez cómo su nombre forma parte de una lista de cincuenta celebrities "que tienen bastantes probabilidades de morir este 2022". ¿En base a qué? Chi lo sa. El caso es que lo han publicado ahora y después comprobarán cuántos han acertado.
¿Con quién comparte honor?: Con Mònica Randall, Rodolfo Martín Villa, Terry Venables, Raimon Obiols, Francisco Ibáñez, Isidro Fainé, Charly Rexach, Rafael Ribó, Amancio Ortega, Jordi Pujol, Joan Pera, el rey Juan Carlos, Eduardo Zaplana, Fèlix Millet o Joaquín Sabina.
¿Una lista de nombres ilustres hecha en base a qué? "¿Cómo deciden quién entra en la lista y quién no?", se pregunta el mismo Monzó. Él mismo se responde: "Supongo que por la edad y el aspecto físico. Yo ahora tengo pinta de perjudicado -porque lo estoy-, pero hace unos lustros todavía lo estaba más".
Y explica una anécdota deliciosa sobre Quico Pi de la Serra de hace veinte años, cuando Monzó colaboraba en Catalunya Ràdio y alguien de la redacción vio al cantautor: "'Lo he visto muy jodido', anunció. Y enseguida decidieron redactar su morituri. Han pasado dos décadas y el hombre sigue tan pancho" a sus 79 años.
¿Y qué dice Monzó de que lo entierren antes de tiempo? Respuesta sublime: "Me siento muy honrado y me lo tomaré como un reto. Espero estar a la altura de las expectativas".