De entre todas las columnas de opinión diarias que se publican en Catalunya, una de las tres o cuatro más imprescindibles es la de Quim Monzó. Situada en un lugar de honor en el diario La Vanguardia, al lado del Editorial. Este miércoles a muchos lectores se les ha atragantado el desayuno. Monzó, flamante Premi d'Honor de las Lletres Catalanes y uno de los dos columnistas estrella del diario del Grupo Godó, había desaparecido. En su lugar no estaba Pilar Rahola, que sigue en la página de al lado, sino la periodista de La Vanguardia Isabel Gómez Melenchón. La sorpresa ha sido mayúscula y el disgusto enorme. Un compañero escritor, Enric Gomà, se ha dirigido a Monzó preguntándoselo

Sólo una cuestion de salud o una decisión editorial podría eliminar la columna de Quim Monzó. Él mismo ha respondido:

ACN

Columnista de ideología independentista pero a quien le define otra característica: ser un obsesivo e implacable observador de la realidad, probablemente el mejor del país. Conocida es su manía para depurar sus artículos diarios, cinco en la edición diaria de La Vanguardia y uno para la revista dominical. Y los escribe Monzó en las dos ediciones catalana y castellana, sin pasar por un traductor. Mucho trabajo que a pocos días de cumplir 67 años quiere reducir. Ahora los lectores lo disfrutarán sólo dos días laborables y el fin de semana.

Monzó bromea diciendo que lo sustituye su "prima Gómez", la menos conocida Isabel Gómez Melenchón. Habrá días que costará pasar sin la muy necesaria prosa de Quim Monzó Gómez.