Quim Monzó sabe abrir debates cotidianos, los modernos dirían "abrir carpetas". Es uno de los mejores analistas de la realidad, de las rutinas, de la vida. Sigue en La Vanguardia con menos artículos semanales.

Es independentista pero no escribe sobre política, como Pilar Rahola. Escribe sobre lo que quiere. Ahora que hace vacaciones de su columna en el diario de los Godó, ha abierto en twitter, mejor dicho reabierto porque no se cierra nunca, un debate terrible para la restauración catalana: el pan con tomate.

Quim Monzó en la Avenida Mistral, TV3

Quim Monzó tiene dos pisos, el despacho donde escribe y el piso familiar donde ha residido siempre con la mujer y el hijo. Cuando no va al despacho desayuna en los bares de la Avenida Mistral de Barcelona. Los que lo leen saben que aquel barrio cerca del Mercado de Sant Antoni es el suyo.

El drama de desayuno un pan con tomate en condiciones es la otra pandemia. Cada vez hay menos que abran un tomate de colgar, lo mojen sobre el pan y viertan sal y aceite.

Escribe Monzó: "Primera mañana en el bar donde desayuno cuando estoy de vacaciones. Pido anchoas con pan con tomate. El tomate era de aquel triturado con minipímer y untado con pincel. Crisol de Catalunya, decía Josep Pla". Es el Empordà.

Tomate triturado hecho pasar por pan con tomate

La diferencia entre el pan con tomate y tomate pasado por la trituradora y esparcido es abismal. Se nota la diferencia a la vista o en el mordisco.

Muchos bares economizan aprovechando todo el tomate en el minipimer y la pereza de cortar y despejarse. Para levantarse y marcharse. Monzó no dice qué bar es: sólo dice qué bar añora, el Bar Lalans, Avda. Mistral, 44

El escritor añade que el del bar no era chino sino ampurdanés y que "Las anchoas habrían sido muy buenas si no las hubiera desgraciado la mierda de tomate. Mañana, bocadillo de queso con unchorro de aceite y sal en el pan y ya". Y que él en casa esparce el tomate hasta que sólo queda la piel, bien mojado.

En pocas horas twitter se ha llenado de comentarios solidarios con Monzó y lamentando esta práctica cada vez más frecuentada no sólo en el Empordà o BCN sino en muchos establecimientos de Catalunya. Monzó ha seleccionado y retuiteado unos cuantos:

-Eso no es pan con tomate, es una tragedia.

-Yo siempre digo que no quiero pan con tomate, solamente aceite.

-Yo pido como un James Bond ampurdanés: "un bocadillo de anchoas, por favor. El pan con tomate fregado, no pintado"

-Quizás sería hora que los bares especifiquasein con un cartelito "untamos los bocadillos con tomate de colgar recién cortado", como reclamo.

-Un cartelito que pusiera "Tomates friendly".

Quim Monzó en el despacho, TV3

Quim Monzó se ha pasado horas en el debate hasta que lo ha acabado "Me voy a dormir, que mañana tengo segundo desayuno y tengo que ir con energía, por si la cosa acaba a bofetada limpia. Buenas noches.

Fera de Catalunya el debate ni existe, el "pamtumaca" siempre siempre, de bote.