Partidazo en el Estadio de la Cerámica de Villarreal. Un duelo loco y lleno de goles entre el equipo groguet y el F.C.Barcelona, con una exhibición de un niño de 16 años que hace soñar a la afición azulgrana: Lamine Yamal. Otro jugador que se reivindica es Ferran Torres, que hace dos semanas que sale del banquillo y resuelve los partidos con goles, coraje y buen juego. Estos dos nombres son lo mejor que nos deja la cita futbolística. En el otro extremo, lo más negativo, pésimo y patético, también hay un firme candidato a la medalla de oro: el entrenador de los de Castellón, Quique Setién.

Los deméritos del técnico cántabro no se materializaron sobre el césped. Su exhibición tuvo lugar en la rueda de prensa posterior al partido. Antes de explicar punto por punto qué pasó, hemos de recordar que Setién hace dos temporadas que está en Villarreal. Una tierra donde, a pesar de los intentos de la derecha extrema y la extrema derecha por erradicarlo, aún se habla el catalán. Antes de llegar a la Plana Baixa, como todos saben, fue técnico del F.C.Barcelona. Una experiencia corta con resultados desastrosos, muy Bartomeuística, pero consta en su currículum. Dicho esto, apostamos lo que quieran a que está familiarizado con la lengua. ¿Que no la domina? ¿Que no la utiliza? ¿Que no es la suya? De acuerdo. Pero de aquí a lo que hizo hay un abismo. Uno que habla de educación, de respeto, tolerancia y normalidad. O mejor dicho, de la ausencia total de ellas.

Quique Setién, con Bartomeu y Abidal / Instagram

El precedente de Xavi Hernández, defiende el catalán en rueda de prensa

Setién no es Xavi Hernández, lo sabemos. Es como comparar un huevo y una castaña. Y no solo en aspectos futbolísticos, no. Hay cosas evidentes, como en Quique es de Santander y Xavi de Terrassa. Las lenguas maternas de cada uno son diferentes. No imaginamos al primero defendiendo el catalán, como sí hizo el entrenador culé este fin de semana al acabar su condena a Luis Rubiales y su muestra de apoyo incondicional a Jenni Hermoso. Un periodista de la Cadena SER le reclamó a Xavi que repitiera su valoración, pero en castellano. La respuesta fue un no, pero lleno de elegancia, de ingenio y de orgullo. "En castellano te lo traduces, que he hecho un speech en catalán maravilloso, es una lengua maravillosa. Se traduce y sin más". Pues bien, el contraataque de Setién pierde por goleada.

Xavi Hernández / EFE

Setién, patético. Respuesta desagradable a una periodista de Catalunya Ràdio

Esto responde Setién a la periodista de Catalunya Ràdio, Mireia Ruiz, que le pregunta cómo había visto a Ferran Torres. Lo hace en catalán, teniendo en cuenta los antecedentes antes expuestos. Con una cara de pasmarote que no te lo acabas, como si el cerebro hubiera ido a hibernar, reacciona así, seco y arisco. "Es que no te entiendo". Resopla, dibuja una sonrisa extraña y desafiante y añade: "Pérdoname". Ahora es cuando salen los españolistas a defenderlo, claro, ¿cómo tiene que responder si no entiende la pregunta? Pues mira: primero, cuesta creer que no entienda la frase "cómo has visto a Ferran Torres", por ejemplo. Y segundo: en caso de que sea cierto, y la capacidad de comprensión del entrenador tienda a cero, hay doscientas mil maneras más elegantes de hacerlo saber. Pero no, prefiere este estilo. El estilo que más gusta a los ultras, a los supremacistas monolingües, en la caspa hispánica, que lo consideran a un ídolo. Fatal. Ya podría aprender otros españoles, como Míchel, entrenador madrileño del Girona.

Ultras con Setién / Twitter
Ultras con Setién / Twitter
Ultras con Setién / Twitter

No lo vimos así de gallito en el Camp Nou, ¿verdad? Setién y sus límites, la historia más triste del mundo.