Don Rafael Nadal Parera. Tú dices este nombre, con énfasis, solemnidad y poniendo voz grave muy varonil, e inmediatamente se te cuadran los buenos patriotas que habitan en las españas. Más que hablar de un tenista excelso, se diría que lo haces del Cid Campeador. Ni Manolo el del Bombo es capaz de insuflar tanta españolidad en tan breve espacio de tiempo. Es un ídolo. Suena como futuro presidente del Real Madrid y todo, cuando Florentino Pérez decida que ya se ha cansado del juguete. No será rey porque para entrar en la Familia Real lo tiene jorobado, pero sí que disfruta de privilegios dignos de un monarca. ¿Por ejemplo? Tener su propio sello de correos.

Érase una vez que al enviar una carta o una postal, los sellos que comprabas en estancos y similares llevaban la efigie del rey, especialmente la de Juan Carlos I. Como en las monedas, vaya. Con el paso del tiempo, el sistema de franqueo evolucionó y el catálogo de imágenes fue diversificándose, haciendo homenajes a acontecimientos históricos, a autores de avances relevantes en diferentes campos del conocimiento, etcétera. Hoy en día la comunicación epistolar se encuentra en la UVI, pero todavía hay valientes, nostálgicos y otros especímenes que utilizan este método. Pero estamos seguros de que el estreno del sello de Nadal hará reavivar esta tendencia a la baja: hordas de nadalistas felicitarán las Navidades con una postal patrocinada por su dios. Incluso más de uno se enviará la carta a sí mismo, en plan loco. Lo que haga falta para tener un trozo de Rafa. Para formar parte de la historia. ¡Vamoooooos!

Rafa Nadal en el Open de Australia 2023 / Foto EFE

Bromas aparte, la finalidad del sello es benéfica. Una parte de las ganancias irá destinada a la Fundación Rafa Nadal, que trabaja con niños en situación de vulnerabilidad, mejorando su vida a través del deporte. Tiene proyectos en España y también en la India, ofreciendo su ayuda a más de 1000 menores. Nos parece muy loable la iniciativa, solo faltaría. Ahora, que la ejecución del sello deja mucho que desear, también. Hay preguntas que no nos podemos quitar de la cabeza, y que parecen pertinentes: ¿por qué un supercampeón del tenis no sale con equipación de tenista? ¿Por qué no ilustrarlo con una estampa mítica? ¿Y por qué lo han vestido de profesor de universidad de Wisconsin o de modelo de Cortefiel? ¿Quién es este señor? La presentación, a la que no ha ido el deportista pero sí su mujer María Francisca Perelló, nos deja escenas rarísimas y falsas.

Americana, jersey de cuello vuelto, colores de tipo serio que quiere engatusarnos con su sonrisa más cálida... una foto de estudio de toda la vida. Mención aparte para el peinado, o mejor dicho, el camuflaje capilar. Nadal clarea, eso es tan cierto como que es historia viva del deporte. Cada día está más calvo, hay más tierra batida que césped. Normal, la vida. Son 37 años, decenas de títulos, un hijo. Hay que aceptarlo con naturalidad; puede ser que el de Manacor lo haga, pero sus estilistas no. Le han modelado el flequillo y la balconada para hacer ver que aquello es un bosque frondoso. Lástima que la definición de las cámaras de la actualidad le jueguen en contra. Quizás en los 80 habría colado. Ahora no. Y el resultado es un poco ridículo, cuando tenía que ser majestuoso y referencial. Repetimos: este señor no es Nadal. No el que conoce a todo el mundo. Que de eso se trataba. ¿O no?

El sello de Rafa Nadal / Correos
Rafa Nadal clarea / GTRES
Rafa Nadal calvo / Telecinco
Nadal, calvo / Telecinco