Rafa Nadal. Quizás es hoy el nombre del día: ayer perdió por primera vez en toda la temporada un partido de Grand Slam. Lo hizo frente al americano Francis Tiafoe. En cuatro sets, el 22º favorito del torneo apeó al mejor tenista español de todos los tiempos del último Major de la temporada. Después de 22 victorias consecutivas en partidos al mejor de cinco, el US Open se le resistió a Nadal. Y lo reconoció en la sala de prensa: no está pasando por su mejor momento.
A las lesiones, que siempre le acompañan de una manera u otra, se le suman los problemas por los que pasa su mujer, embarazada de su futuro hijo. Mery Perelló visitó recientemente una clínica española para ponerse en manos de un especialista. Una intervención nada peligrosa, pero en la que ha sentido la ausencia de Rafael. El de Manacor se encontraba en la otra punta del globo disputando el Open USA y, tal y como dejó entrever ayer en rueda de prensa, ahora el nº3 del mundo -que será el nº1 si Alcaraz y Ruud no llegan a la final- se centrará al 100% en el nacimiento de su primer hijo. Está muy ilusionado con su nueva etapa, aunque esta, inevitablemente, le complique su vida profesional. Difícil lo tendrá Nadal combinar los primeros meses como papá con su calendario ATP. Su próximo torneo es la Laver Cup -en la que volverá Roger Federer tras 14 meses de lesión- y no está seguro que juegue. Si el parto de Xisca se avanza, Nadal deberá decirle 'no' a su capitán , Bjorn Borg.
Confía en que todo salga bien
Nadal está impactado. Todo le viene de golpe encima y si uno quiere ser algo en la vida, además de un gran jugador y un magnífico profesional, es un fenomenal padre. Rafa lo tiene meridianamente claro, lo personal pasa por encima de lo profesional. "Son situaciones que son a veces más difíciles de gestionar cuando uno está lejos de casa. Uno tiene que ir paso a paso, día a día, y como siempre, desde la tranquilidad y la calma", relataba ante los micros del US Open el balear, a lo que añadía que "han sido unos meses un poquito difíciles en todos los sentidos, esta es la realidad". "Y a partir de ahí, empezar de nuevo profesionalmente hablando y, a nivel personal, ahora es momento de tener mi primer hijo y confiar en que todo salga bien", remataba Nadal. Está deseando que este sea su mejor winner. Se le nota en los ojos.
Una relación más que consolidada
El de Xisca y Rafa es uno de los matrimonios más bien avenidos de los últimos tiempos. Tras 18 años juntos, hace tres, el tenista y Mery -que es a la vez la directora de la Fundación Rafa Nadal- se dieron el "sí, quiero" en una espectacular mansión en las Illes Balears. Ahora tienen un nuevo reto que por ahora les es desconocido: ser padres. Les deseamos la mejor de las suertes.