La sentencia de cinco años de prisión a Iñaki Urdangarín parece haber hecho más daño en las filas del PP que en la propia Familia Real. Mientras el rey Felipe y la reina Letizia aparecían en sendos actos con un rictus radiante en la cara, con las pertinentes caras de orgullo y satisfacción, en el Partido Popular se han puesto la capa de Sancho Panzas defendiendo a su Quijote: "A la monarquía, ni tocarla," es lo que se desprende de las palabras de algunos miembros destacados de los populares.

GTRES

Con la posibilidad real que el Duque Em-Palma-do tenga que llevar un traje a rayas negras y blancas por un puñado de acusaciones, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando se ha transformado en un miembro de Los Vengadores y ha cogido el martillo y la capa para hacer de Rafael Hernan-Thor. El popular ha preferido hacer una advertencia a cualquiera que "ose" criticar o aprovechar la condena para menospreciar la imagen de los Borbones. Y le ha quedado un discurso de perdonavidas y chulo piscinas de tres al cuarto: "Que nadie intente manchar la imagen de la monarquía".

Sergi Alcázar

Según él, la decisión del Tribunal Supremo "no afecta al prestigio de la monarquía española que ha realizado un proceso de transición ejemplar con la sucesión en la corona". Su advertencia a navegantes ha venido acompañada de una reverencia cortesana en forma de elogio: "Tenemos un gran rey. La imagen de la monarquía ha mejorado en el último tiempo bastante". Quizás los últimos meses Hernando ha sido abducido por unos marcianos y no ha visto ni el Letiziagate, ni los discursos de Nochebuena de Felipe, ni la imagen de odio que se proyectan mutuamente la reina Letizia con sus cuñadas.

Efe

Eso sí, Hernando ha reconocido su respeto a las decisiones de la justicia, defendiendo que la justicia es igual para todo el mundo. Sólo faltaría. Pero eso no le ha valido para ahorrarse muchísimos comentarios lapidándolo por ponerse en plan fachendoso y perdonavidas a los que critiquen a la Familia Real porque uno de sus miembros destacados tenga la mano muy larga:

Si Felipe está pensando en cambiar a sus guardaespaldas, ya tiene un firme candidato a ocupar la plaza.