"Esta crisis es terrible, pero me afectó más el otoño del 2017". Es la frase del fin de semana. O mejor dicho, es la frase más vomitiva del fin de semana. Javier Cercas se ha cubierto de gloria. Y van ya unas cuantas. Pero el escritor ha confundido su autoadjudicado papel de sacudidor de conciencias indepes con el de alguien miserable y abyecto. Ya no se trata de ser un provocador. Hay frases que se tendrían que recordar siempre para saber de qué pie calza según quien. Frases, o tuiteadas que se hacen eco de frases.
Es lo que ha hecho Miquel Iceta, retuiteando la barbaridad de Cercas. El primer secretario del PSC tiene en su timeline de Twitter un emoticono de un corazón... Qué emoticono más equivocado, viendo la poca humanidad de dar seguimiento a las palabras lamentables del escritor en una entrevista en El Periódico. Carles Puigdemont ya dejó claro qué pensaba de las palabras de Cercas: "Sufrir más porque Catalunya sea independiente que porque haya miles de muertos. Prefieren a los muertos de una pandemia que tener que aceptar el resultado del ejercicio del derecho a la autodeterminación, reconocido en la carta de Naciones Unidas. La inquietud de los cortesanos". Sala y Martin no se quedó corto: "Fascista es aquel que dice que es peor un referéndum donde la gente puede votar libremente si seguir perteneciendo a un país que una epidemia que, de momento, ha matado a 250.000 personas".
Ahora, los que han hundido con sus palabras al socialista, han sido Pilar Rahola o Antonio Baños. De Cercas, cualquier cosa se puede esperar. Pero que alguien como Iceta lo aplauda... La escritora le aniquila y le expresa claro y catalán qué le provocan los dos. Baños expresa lo que se merecen:
La crisis por el coronavirus está sacando lo mejor de muchísimas personas. También, desgraciadamente, lo peor de muchas otras. Cercas e Iceta, el claro ejemplo.