La miserable huida del campechano de España, en resorts de lujo, pobrecito, para hacer un favor al país, ha generado decenas de horas de televisión, de páginas de diarios e incluso, un pleno extraordinario en el Parlament de Catalunya. Juan Carlos se ha marchado a por tabaco y no ha vuelto, dejando tras de sí una corte de palmeros que se llenan la boca hablando de las bondades del emérito, de todo lo que hizo por la unidad de España y bla bla bla. Palmeros entre la ciudadanía y entre el gobierno, con un silencio abyecto de Pedro Sánchez sobre dónde se encuentra y quién le paga los gastos. Y palmeros, muchos, entre los medios de comunicación de Madrid.

Difícil superar la portada de ABC el día después de anunciarse que el padre de Felipe huía con la cola entre las patas. Pero son muchas las muestras que estos días han generado vergüenza ajena. Y no sólo ahora. La de años que llevan blanqueando la monarquía, callando como las ratas cuándo sabían de prácticas ilícitas, reprobables y denunciables de los Borbones y bailándoles el agua y riéndoles las gracias. Faltaba por saber qué pensaba de todo esto Pilar Rahola.

Pilar Rahola (Foto: Sergi Alcàzar)

Y la escritora, como hace siempre, ha puesto el acento donde hace falta. En un vídeo en su Instagram, Rahola ha puesto encima de la mesa una verdad como un templo que hay que tener bien presente: Juan Carlos no hubiera podido hacer todo lo que ha hecho sin la connivencia y el servilismo de periodistas y medios que hace tiempo que guardaron en un cajón el respeto por la profesión y que han callado durante años: "Sin una prensa servil, amordazada y cómplice, es imposible imaginar que el Borbón hubiera hecho todo lo que ha hecho y que ahora conocemos. Es evidente que la prensa decidió hace tiempo que sobre la monarquía, no informaba. Como mucho, hacía elogios y publirreportajes". Pam. Que tomen nota en las redacciones de Madrid.

Juan Carlos y Felipe (GTRES)

Hay más: "Los polvos que hemos pagado con dinero público, las corruptelas, las amantes, Corinna, comisiones, reyes saudís, dinero manando por todas partes... Todo eso ya lo sabían. Pero cuándo se le decía a la prensa que lo publicaran, que enseñaran las fotos, nos decían que no, 'las destruimos, porque de la monarquía, no hablamos". Y sentencia con una frase lapidaria: "El rey hizo lo que hizo, porque podía". Sublime.

Unas palabras que tendrían que doler en Madrid si quedara alguien con un mínimo de vergüenza en según qué redacciones.