La entrevista de Laura Borràs en Cuatro la sobremesa del martes trae cola. Risto Mejide quedó ridiculizado cuando Borràs evidenció en directo las pifias del guion. La portavoz de JxCAt en el Congreso entró en el juego de un colaborador al ponerse una pulsera de España, con el añadido que hizo que el colaborador, unionista, se pusiera una pulsera amarilla para pedir la libertad de los presos políticos.

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Era de esperar que el gesto con la bandera fuera interpretado por el lado que quema. Y uno de los independentistas más guerreros es Ramón Cotarelo. Ha criticado duramente a Borràs por aquel gesto en un tuit fulminante:

Cotarelo ve en el gesto de Borràs "una metedura de pata, con un punto machista, una cesión a una provocación y sin justificación". Muy duro, le ha herido el gesto, como a muchos indepes que no han creído que el tono distendido del programa permitiera esa licencia, habiendo presos políticos. La misma Laura Borràs ha contestado a Cotarelo, que fue, simbólicamente, en su misma lista electoral de JxCat al Congreso. Cotarelo pide disculpas:

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Borràs se puso en la muñeca una pulsera con los colores de la bandera de España, pero ni cogió la bandera con la cara de Cayetana Álvarez de Toledo ni se puede decir que "luciera" una pulsera. Se la puso unos instantes. La red toma partido a favor de los dos, que en realidad defienden lo mismo:

El último tuit es el más breve: hubo una bromita, que hace poca o nula gracia, y hay un drama pero en otro lugar, con la represión. Y hay que convivir con todo.