El cantante Raphael tiene 78 años, pero sigue siendo una de las grandes estrellas de la música española. Sigue en activo, celebrando 60 años de carrera sobre los escenarios con un disco que se llama '6.0'. Una proeza, sin ningún tipo de dudas. Ahora llegan las fiestas de Navidad, y más de uno, dos y tres (mil) le pedirá por favor que cante 'El tamborilero' y haga aquello del 'rompompompon'. Misteriosamente Pablo Motos no le pidió que la interpretara en 'El Hormiguero', donde fue el invitado estrella de la noche. Lo que sí hizo fue contestar otras preguntas muy poco originales planteadas por el presentador valenciano, que de innovador tiene más bien poco.
Preguntas que no hace falta reproducir, y que el de Linares ha respondido 150 millones de veces a lo largo de las 150 millones de entrevistas que le han hecho en televisión, radio y prensa escrita. Ahora bien, lo que seguro que no había vivido nunca fue el momentazo que protagonizó un espectador del programa de poca fe pero mucho cachondeo. Una situación que se produjo durante el famoso concurso de la tarjeta de 3.000 euros por responder correctamente a la pregunta "¿sabe usted qué es lo que quiero?". La sección nos ha ofrecido momentos excepcionales, como aquella señora que mandó a Motos a hacer gárgaras.
Por si no están al corriente de la prueba, se supone que llaman aleatoriamente un número de teléfono, y aquel que responde tiene que decir: "La tarjeta del Hormiguero". Ya se veía que no era el mejor día para hacer este concurso, porque ni la primera ni la segunda llamada obtuvieron respuesta. A la tercera tuvieron más suerte, aunque quizás hubieran preferido que nadie descolgara el teléfono. Primero porque se oía horriblemente, era imposible mantener una conversación normal. Llamaban a algún punto de la geografía española, pero aquello parecía una comunicación con el inframundo a través de una ouija estropeada. Hasta que se obró el milagro. Y qué milagro.
Milagro porque sí, una mujer dio la réplica correcta. Pero se cortó la comunicación. Drama. Volvieron a llamar, y respondió un hombre que no se creía la cosa. Un tal Antonio, que además era de la isla de La Palma. Ahora bien, con las dificultades de la conexión la conversación era imposible. Se volvió a colgar la llamada. Y a la tercera Raphael intervenía: "No cuelgue". Antonio pensaba que le estaban tomando el pelo y quiso contraatacar. "Té llamamos de 'El Hormiguero'", le recordaba al artista. "¿El hormiguero? El que tengo entre los huevos". Chim-pum.
60 años de carrera, 3.000 euros regalados y te dicen eso. No hay derecho.