Si hablamos de cantantes clásicos, tenemos que hablar de Raphael. Todo un mito que pone en marcha una nueva gira por Los Ángeles a los 74 años. Lejos de querer retirarse y descansar, el andaluz no se cansa y quiere seguir en tope. El escenario es su terreno predilecto, donde más cómodo se ha mostrado siempre. Enamorado de su profesión, empieza ahora una promoción en Estados Unidos para llenar los conciertos que le esperan.
"Yo no sé qué haré con mi vida si sigo así, porque no me canso. Sigo loco por cantar. Me vuelve loco mi profesión, es mi motivación principal. Me gusta mucho, estoy muy bien de voz y muy fuerte", clama cincuenta años después de haber empezado a cantar. Contento de ir a América, un territorio amigo: "Me es familiar el público y todo el país. Es para mí mi segunda casa".
Eso sí, vuelve a recalcar que él se siente español por encima de todo: "Yo en España pertenezco a la familia de todos". Y es precisamente cuando sale este sentimiento nacionalista que empeiza la parte más polémica de la entrevista, al preguntarle por el procés catalán. ¿Da para un disco la situación que se vive allí? No querría frivolizar con el tema porque hay gente que lo siente de corazón, eso de ser independiente. Pero también se tiene que esperar que entiendan que lo que no puede ser, no tiene que ser. La España que a mí me gusta es la que siempre he conocido, que es toda junta".
El cantante acaba de ser nombrado hijo adoptivo de Madrid, todo un honor: "Estoy muy emocionado por tal distinción. Estoy feliz que hayan pensando en hacérmelo. Soy andaluz pero también ciudadano del mundo y ahora hijo adoptivo de Madrid".
Raphael sigue el ejemplo de otros cantantes famosos que han dicho la suya sobre el tema, posicionándose. ¿Cómo irá la gira por Estados Unidos?