Que levante la mano el culé que está ilusionado con este Barça. Probablemente todo el mundo. Desde que los colores blaugranas vuelven a ser unos de los más prometedores de Europa, es como si la vida fuera un poco más bonita. Los culés vuelven a lucir el escudo los martes y los miércoles de Champions y todo eso es gracias a este equipo maravilloso. No sabemos cómo acabará la temporada, pero estamos convencidos de que vibrar nos lo harán hacer hasta el último momento. Ayer mismo, el equipo se plantó en los cuartos de final de la máxima competición europea y lo hizo prácticamente sin despeinarse. Con un Lamine Yamal estelar, el joven juega y hace jugar absolutamente a todo el equipo. Eso sí, uno de los nombres propios de toda la temporada es, ni más ni menos que, Raphinha.

Si hubiéramos hecho una encuesta de los analistas que ponían a Raphinha entre los mejores jugadores del equipo culé antes de empezar la temporada, probablemente las votaciones se habrían quedado a cero. Ahora, meses después de estar en la rampa de salida, el futbolista se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo. Lo que fallaba la temporada pasada, consigue marcarlo en esta y, si un partido tiene mala puntería, trabaja como el que más. El brasileño es el típico jugador que les gusta a todos los entrenadores porque tiene pasión y se deja la piel por todos y cada uno de los compañeros. De esta manera, ha conseguido ser uno de los capitanes blaugranas y ya es uno de los favoritos de la afición. Con las trencitas preparadas por los partidos importantes, Raphinha brilla y, ayer, con dos goles en el bolsillo, no fue una excepción.
Su gran momento dio paz a todos los culés pesimistas, pero nos hizo un susto antes del partido. El titular era este: "Raphinha no llega con el autobús del equipo para la concentración culé", pero sí que llegó después. Una vez acabado el partido, Natalia Rodrigues, su pareja, explicó el motivo de todo. Después de ver las historias de ella celebrando en Montjuïc, la WAG publicó una fotografía inédita: Raphinha en el hospital con el pequeño Gael, su hijo, en el regazo. El niño, vestido con una bata, escucha lo que le dice el padre. Natalia Rodrigues, enamorada detrás de la cámara, le escribe un texto precioso: "Estoy muy orgullosa de ti, amor mío, desde muy pronto estuviste en el hospital con nuestro pequeño y, aun así, volviste a hacer tu trabajo con gran maestría. ¡Eres un gran padre y profesional! Te amamos".

Aunque parezca mentira, antes de ser el protagonista del partido más importante del Barça de la temporada, Raphinha pasó un rato en el hospital con su hijo. El gesto es fantástico y es un momento más en el álbum de buenas acciones de Raphinha. El brasileño brilla en absolutamente todo lo que hace. Realmente, no sabemos si es el mejor jugador del mundo, pero sí que está en el top de otra clasificación más importante: el mejor padre.