14 años de televisión a un ritmo infernal de horas de emisión. La factoría conocida como 'Sálvame', insignia de la productora La Fábrica de la Tele, deja un legado de momentos televisivos imborrables. El Defensor del Menor contra Belén Esteban y el grito desesperado "¡ni que fuera yo Bin Laden!", Víctor Sandoval acosando en Miami a su marido Nacho Polo, Karmele Marchante y Eurovisión, el "rojos y maricones" de Jorge Javier Vázquez, los dientes perdidos de Kiko Hernández o la cara de panoli de Antonio David Flores con la traición de la docuserie de Rociíto. Este ranking no es oficial, claro, cada entendido tiene sus preferencias. Quizás haya quién se queda con otra trama, la de Raquel Bollo. Amiga íntima a tiempo parcial de Isabel Pantoja, expareja maltratada y madre de los dos hijos de Chiquetete, diseñadora e inversora sin suerte en los negocios y, ahora, defensora de sus dos retoños en 'Supervivientes'. Todos facturando para ayudarla a salir de pozo.
Esta es una relación familiar fuerte, al contrario a la que mantiene con la televisión. Desde hace tiempo el contacto es intermitente, la había abandonado indignada. Pero vuelve. Y lo hace como un toro bravo. Piensen que si la llaman insistencia es porque aparte de una historia personal y penurias económica, Raquel tiene una virtud televisiva: es un volcán. Precisamente lo que la hace perder los estribos, no sabe contenerse. Y acaba mal, hecha puré... y finalmente se arrepiente, pasando a rogar clemencia. Que no la echen, que le va la vida. Está arruinada. Los ingresos extra del reality son el maná del cielo para tapar agujeros enormes, como el pollo que ha montado enloquecida en los pasillos.
Raquel Bollo estalla con furia e insulta a Telecinco, maltratada
En las postrimerías del programa se empezaron a ver y oír cosas raras y, en el lenguaje 'Sálvame', prometedoras. Había gritos, carreras, pasillos, persecuciones, llantos, insultos y una mala leche cómo hacía tiempo no se enseñaba en Telecinco. Tuvieron que pinchar el plató vacío durante un buen rato y no volvieron jamás, inquietante. La bronca era sideral y la cadena era, subsidiaria pero también directamente, el objeto de la ira: "Sois unos sinvergüenzas todos! He estado ahí 15 años dando el callo. Rocío Carrasco es una mujer maltratada y yo con tres sentencias, ¿y me seguís trayendo a gente? Pues las demandas siguen, no quiero que piense la gente que yo tengo la imagen que dais, me estoy defendiendo en los juzgados porque me maltrataron mucho y vosotros me habéis seguido maltratando mucho. Me da igual Telecinco y su puta madre... Ya está bien, que habéis echado a colaboradores por hablar de Rocío Carrasco y a mí me los traéis". Un incunable del género.
Las disculpas de una Bollo arruinada, necesita el trabajo en la televisión
¿Qué le pasaba a Raquel? Pues ni más ni menos que vio a una señora, unos minutos antes, llamándola mala madre y poniendo en duda la paternidad de sus hijos. Un clásico, por otra parte: la Bollo se ha nutrido durante años con estas prácticas, iba en el sueldo y en los extras. Pero un día decidió que no aceptaba el trato y se marchó dando un portazo. Nunca había hablado demasiado de los detalles de la decisión, ahora lo ha sacado todo... y después se ha arrepentido, claro. La frase la de la pena es brutal en el plató de 'SV' ante Carlos Sobera: "Me gustaría pedir disculpas a los espectadores y sobre todo a Telecinco, cadena que me ha dado también muy buenos momentos y un trabajo para sacar a mis hijos adelante". El volcán se apaga, teme las represalias del nuevo código de conducta de la dirección. Y la teta de 'Sálvame' se seca. Mal futuro. Aunque... nunca se sabe.
Raquel Bollo y su 'Un día de furia' particular. Peliculón.