Gloria y deshonor: este es el resumen de lo que se vivió anoche en el Estadi de Cornellà. El F.C.Barcelona es el campeón de Liga, ha rematado el trabajo a la primera culminando una temporada llena de obstáculos, de ataques y de desprecio. El destino quiso que la victoria decisiva se produjera en el campo de un rival eterno, el Espanyol. Los blanquiazules se jugaban la vida, el descenso a Segunda está cerca. Sin embargo los hombres de Xavi Hernández completaron un partido excelso y en la media parte el resultado era definitivo: 0-3. Solo un cataclismo podía cambiar las cosas, y a pesar de los esfuerzos pericos, que marcaron dos goles dejando el marcador final en 2-4, tendrán que seguir sufriendo durante 4 jornadas más. Dos de estos duelos serán en casa. Ahora queda saber qué casa: si los comités antiviolencia, la Liga y las autoridades hacen su trabajo, Cornellà quedará cerrado a cal y canto. Sin discusión.

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4 años después, el Barça de Laporta vuelve a ganar el campeonato. Lo hace sin Messi ni Piqué y en el adiós de un mito como Sergio Busquets, al que podría acompañar Jordi Alba. La plantilla, poblada de jovencísimos jugadores como Gavi, Pedri, Araújo o Balde, aparte de recién llegados como Lewandowski, Christensen o Raphina, se soltó con el silbido final. Todo el staff hacía un corro en medio del campo, una manifestación de alegría sin ningún tipo de animadversión contra el rival ni su afición. Sí, todos sabemos de la rivalidad, pero si eso es provocar, cerremos el chiringuito. El míster intentó detener la escena sin éxito. Cosa que sí consiguieron los ultras locales, que reventaban vallas de seguridad, invadían el terreno de juego e iban a toda pastilla a zurrar a los azulgranas. Lamentable, indigno. Asqueroso. No hace falta  añadir más, las imágenes no aceptan interpretación. Contra la violencia no puede haber medias tintas. Y eso era violencia. Pura y dura.

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La escena ha dado la vuelta al mundo, es un monumento a la infamia. Como también las reacciones que han inundado las redes sociales y que excusan y ovacionan la invasión de encapuchados, el lanzamiento de objetos, los gritos de "a por ellos", los saludos fascistas y todo el abanico de cosas nazis de los 200 o 300 angelitos que corrían por el césped, como si aquello fuera su casa. No es el caso de una presentadora histórica de TV3, perica al 100% y conductora del extinto 'Hat Trick Espanyol'. Hablamos de Raquel Mateos. Ella no aplaude directamente a los exaltados pero no podrá sentirse orgullosa de lo que ha dejado escrito en su cuenta personal. No, porque al fin y al cabo, lo que ha hecho es justificarlos. El peor favor que le puede hacer al club de sus amores. Fatal.

Raquel Mateos y David Balaguer TV3
Raquel Mateos y David Balaguer en el 'Hat Trick Espanyol' / TV3

Raquel Mateos, histórica perica de TV3, justifica los disturbios atacando al Barça

Mateos, actualmente fuera de pantalla pero relacionada con Catalunya Ràdio en el programa de Laura Rosel, considera que todo tiene un origen y un culpable: el Barça. Bueno, incluso los Mossos reciben. Los ultras, nada de nada. "La provocación de los jugadores del Barça no tiene nombre. Y la ineptitud del dispositivo de seguridad está a la misma altura. Suerte que no ha pasado nada. Partido pésimo. Sufriremos. Chen déjalo estar ya". El ventilador, vaya. Todos aquellos que han leído el tuit, o cuando menos la enorme mayoría, están de acuerdo: es para hundirla. "Objetividad 0, autocrítica 0, blanqueas la anormalidad", "una vergüenza su comentario", "tienes un gran problema"... se ha lucido. Hasta Pilar Rahola la riñe. Después felicita al Barça, pero realmente ya no hacía falta.

Raquel Mateos Barça Espanyol Twitter
El tuit de Raquel Mateos sobre el Espanyol-Barça / Twitter
Raquel Mateos TV3
Raquel Mateos / TV3

Tolerancia cero. No hay colores ni escudos por encima de una lacra como esta.