La vida de las drogas es muy muy dura. Hay millones de personas en el mundo que están enganchadas a ellas y que no pueden vivir ni sobrevivir sin tomarlas. De fiesta, en casa, en el trabajo, a escondidas, delante de sus amigos... Las drogas son letales y acaban con más de 500.000 vidas al año alrededor del mundo. ¿Quién no tiene un amigo o un conocido que se drogue? Ayudadlo, decidle, "por aquí, no". La pandemia de las drogas, sin embargo, no solo los afecta a ellos: los padres, los familiares y los amigos suelen ser los principales afectados. Cuando uno se droga, actúa diferente, aunque no sea consciente de ello. No es el de antes. Las drogas acaban con amistades y te cambian la vida. Provocan sufrimiento, dolor, angustia y muerte. Son el verdadero mal de la sociedad. Allí donde hay droga, aléjate. La desintoxicación es muy jodida, pero de esta uno también se puede salir. Es el caso de Raül Balam, el hijo de la prestigiosa y reputadísima chef Carme Ruscalleda. 

Ruscalleda y su hijo Raül Balam   Moments
Ruscalleda y su hijo Raül Balam Moments

Balam, nacido en 1976, vivió una hermosa infancia junto a sus padres en las playas de Sant Pol de Mar (Barcelona). Sus primeros años de vida estuvieron marcados por el amor y el cariño de sus padres, pero cuando se convirtió en preadolescente empezó a cambiar el rumbo. Sus salidas nocturnas se convirtieron en una constante y Balam cada vez acababa peor las noches. Bebía en demasía y el momento fatídico llegó cuando en el 18º cumpleaños de su novia de entonces (ahora es gay), Balam llegó a casa para dormir con ella y acabó vomitando. Se había bebido un cubata de un solo trago, aquello que ahora se llama "Sant Hilari".

Raül Balam libro
Raül Balam libro

Ahora, Balam ha escrito 'Enganchado', un libro donde el hijo de Ruscalleda y también chef relata todas las peripecias por las que pasó en su época de drogadicto. Y es que, además de al alcohol, Raül se enganchó a las drogas duras de manera muy fuerte. Un día tomó todos los medicamentos que había en casa y a punto estuvo de morir. Gracias a la señora de la limpieza de la casa, que se lo encontró tendido en el baño inconsciente, Balam pudo tener una segunda oportunidad. Pasó también por un psiquiátrico durante dos semanas y un día se miró al espejo y no se reconoció a él mismo. Lo que relata es muy fuerte:

Raül Balam Ruscalleda - Sergi Alcazar
Raül Balam Ruscalleda - Sergi Alcazar

"No sabes nada. Ni quién eres, ni si te gustan los chicos o las chicas, ni si realmente te gusta tu trabajo, ni si eres más de dulce o de salado, ni si te gusta bailar, o leer, o cantar, o jugar. Nada. Todo lo que sabías no sirve de nada. Estaba delante de un desconocido y allí me di cuenta de que la droga había dominado mi vida por mucho tiempo. Todo lo que había hecho o la mayoría de las cosas las había decidido la droga. Allí empecé a llorar a diario. Estuve tres años llorando por todo. Mis monos fueron de llorar. Hay gente a la que le da por ser agresivo, por comer de más o por otras cosas. Lo mío fue llorar", narra en su libro sobre el episodio del espejo.

Actualmente, Balam explica que no tiene claro si aún se reconoce frente al espejo. Pronto hará 10 años desde que se desintoxicó y desde entonces no ha probado una sola gota de alcohol, no ha hecho una puñetera calada a un porro y no ha olido un solo gramo de coca. A día de hoy, Balam dirige Moments, restaurante que ostenta 2 estrellas Michelin, y desmuestra, de esta manera, que de las adicciones se puede salir. Fuck drugs.

Raül Balam mira tatuatge @raul balam ruscalleda
Raül Balam mira tatuatge @raulbalam ruscalleda