Albert Om sigue siendo un gran entrevistador. Todos los formatos que ha liderado en TV3 se basaban en la entrevista: El club, Jo vull ser o El convidat. Ahora en Islàndia, cada noche en RAC1. Este lunes ha estirado del hilo del documental Camino libre, donde el chef Raül Balam Ruscalleda explica que fue un adicto a la cocaína. De hecho ES un adicto. Nunca deja de serlo. La conversación es dura, 40 minutos que salen del fondo de las entrañas.
CAMINO LIBRE (free way)@pedropeira @Xef_Ruscalleda @raulbarus @sansebastianfes @bculinary pic.twitter.com/fpycefPg5V
— Balam Ruscalleda (@raulbarus) September 5, 2020
El trailer pone los pelos de punta. El hijo de la mejor cocinera del mundo, Carme Ruscalleda, solo pensaba en "Consumir, consumir, consumir..." cocaína. Si en la cocina iba todo bien, como premio, si iba mal, como refugio. En el 2013 ingresó en un centro de desintoxicación. Era adicto "al alcohol, a la cocaína y a otras sustancias". El chef habla con miedo "Yo me veía como una mala persona". Sabe que tiene una enfermedad que no se cura, "pero la puedo dormir".
La entrevista tiene confesiones aterradoras. Raül Balam: "Con la droga acabas solo, sucio y tocando fondo. Es igual si eres cocinero, o periodista, o basurero. La drogodependencia no entiende de estatus, ni de sustancias. Todo empieza con el alcohol. Ha habido días de este confinamiento que todavía he soñado en alcohol y cocaína". El peso de ser chef teniendo como madre a la mejor cocinera del mundo no es la excusa para drogarse: "A mi madre la veo como mi madre. No soy consciente del monstruo que es".
Raül Balam Ruscalleda, 44 años, homosexual y adicto. Un documental duro. Uno de los mejores chefs de Catalunya. Tiene dos estrellas Michelin en el Restaurante Moments del Hotel Mandarin del Paseo de Gracia. Enganchado al alcohol y a la cocaína. Rehabilitado. Hay que ver Camino libre.