Las últimas horas, con respecto a la actividad política, en stand by mientras todo el mundo apura los últimos días de vacaciones, han tenido, como protagonistas más destacados, la Sala de Vacaciones del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que ha vuelto a rechazar la prórroga del toque de queda en varios municipios de Catalunya argumentando que no se daban las condiciones, o el líder del PSC, Salvador Illa, que se ha ofrecido a pactar con Esquerra Republicana un acuerdo para los presupuestos de 2022: "Cuando se nos busca para resolver los problemas de la ciudadanía, se nos encuentra. Estoy dispuesto a colaborar con la gente con la cual no comparto proyecto", ha dicho este martes en Catalunya Ràdio.

Salvador Illa / ACN

Mientras tanto, ajeno a estas palabras, el exconseller Raül Romeva ha regalado a sus seguidores en las redes sociales unas imágenes impagables protagonizadas por él mismo durante las últimas horas. Desde que salió de la prisión de Lledoners, el pasado 23 de abril, Romeva volvió a su ciudad, Sant Cugat, donde fue recibido entre aplausos después de estar tres años y medio encerrado.

Raül Romeva, recibido entre aplausos por sus vecinos en salir de la prisión / @freeromeva

Una vez en casa, el político de ERC ha estado durando estas semanas participando de diferentes actos y encuentros, pero sobre todo, recuperando el tiempo perdido en la prisión, para hacer lo que más lo llena.

Y prueba de eso son las fotos y vídeos que ha colgado últimamente, como una imagen sensacional del pasado 9 de agosto, "Disfrutando del lujo que es volver a ser propietario de mi tiempo. Ahora sí saboreo que pase lentamente". ¿Y cómo lo saboreaba? Entre otras maneras, bajo la sombra de un árbol maravilloso, en una hamaca.

Ahora, Romeva ha hecho dos de las cosas que más le gustan en este mundo. Primero, se ha quitado la camiseta para soportar el calor de los fogones, se ha puesto un delantal a cuadros rojos y blancos, y se ha puesto a cocinar un arroz espectacular acompañado de un montón de mejillones y cigalas. Todavía tiene que llegar el día que una imagen venga acompañada de un olor, pero el aspecto de la paella es tan majestuoso que incluso parece como si nos llegara el aroma a través de la pantalla.

Raül Romeva, cocinando un arrocito espectacular en su casa, como él dice, "Recuperando el placer de las pequeñas aficiones" / @raulromeva

Un premio suculento después de haber estado toda la mañana muy ajetreado. También sin camiseta, con pantalones cortos y chanclas, en este caso, por el esfuerzo físico de la acción, Raül Romeva ha estado trabajando lijando y montando una mesa y un banco de madera. Como él dice, "recuperando el placer de las pequeñas aficiones". Una afición que, visto el resultado, demuestra tener mucha traza.

Raül Romeva lijando una mesa de madera "espectacular", como la ha definido el actor Santi Millán al ver el resultado final / @raulromeva

Incluso, ha acompañado las fotos con una imagen del proceso de lijado del objeto. El resultado final ha sido muy aplaudido por sus seguidores, especialmente un Santi Millán que ha quedado embelesado, no por el arroz, como la gran mayoría, sino por la mesa donde se lo iba a comer: "Espectacular la mesa"!:

Poco a poco, los presos políticos van recuperando las pequeñas aficiones que nunca tendrían que haber quedado truncadas por su ingreso en la prisión. Bueno, pequeñas aficiones o grandes retos. Recordamos que hace unos días, Josep Rull hizo una cosa que impresionaba tanto o más que la deliciosa paella preparada por Romeva: un espectacular salto al vacío en el embalse de la Llosa del Cavall, en el pantano del río Cardener, en el Solsonès.

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Un salto al vacío alucinante desde la presa del embalse. Ni más ni menos que 122,3 metros de altura. Una barbaridad. Y allí, muy arriba, Rull se lo miraba desde arriba y osó dar el paso adelante y caer todos estos metros, bien asegurado con un arnés. "Dijimos que no tenemos miedo, y no tendremos miedo", prometía mirando a cámara.

Y una de las virtudes de Rull es que cuando dice alguna cosa, la lleva a cabo. Cuenta atrás, 3, 2, 1... y un puenting brutal, que no todo el mundo se atrevería a hacer, pero que él consiguió, provocando la comprensible euforia. ¡"Finalmente lo he podido hacer! Con determinación. Saboreando la libertad". Un mensaje que emociona y que tenía un doble valor sensacional.

Puenting, paellas, construir mesas... Encantados de ver como todos ellos, como diría Romeva, recuperan el placer de las pequeñas aficiones.